Por Ricardo Sánchez Alonso
Licenciado en Ciencias de la Educación.

El maniqueísmo es una secta religiosa que tomó su nombre de Mani, un profeta persa del siglo III que creía en la lucha entre el bien y el mal, principios irreconciliables que no admiten matices.
La idea maniquea de que el demonio o fuerzas perversas manejan la historia y la política es uno de los pilares de las actitudes totalitarias. Los maniqueos suponen que ellos y sus líderes son perfectos, sus ideas correctas, sus adversarios seres inferiores que viven en la mentira.
Ciegos por el fanatismo y la ignorancia, son incapaces de comprender los matices de la historia. Inventan demonios o héroes en donde hubo sólo seres humanos con méritos y defectos que vivieron circunstancias que normalmente no controlaban.
Cuando los maniqueos analizan la política no pueden dialogar para buscar soluciones. Sus ojos están puestos en el pedestal que ocupará su ego en la historia, no en las tonterías de la gente real. Atacan a las personas que piensan distinto, no discuten sus ideas. (Claudio Fantini.2017)
Facundo Manes, Director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, es cuestionado y despreciado por algunas personas por sus tesis sobre la diferencia entre el cerebro masculino y femenino. Desconociendo que empleó un método científico válido y por ser uno que popularizó la neurociencia en nuestro país. Quizás sea criticado por ser militante del Partido Radical.
En estos días de polémica de la despenalización del aborto, algunas personas, prejuzgaron al Dr. René Favaloro por suicidarse y por ser pro aborto. No es juzgado por su labor como médico que ayudó sin interés a todos los estratos sociales, ni por popularizar la operación de By Pas Coronario.
En mi vida, he conocido personas, muy valiosas, militantes del comunismo, del radicalismo, del conservadurismo, del peronismo, creyentes y ateos, etc., es decir de distintas extracciones políticas y religiosas, seres humanos al fin de cuentas. Nuestro factor común. Es por ello, que la cultura del descarte, es irracional.
Cabe la frase, del anciano y consagrado cantante de folklore sureño, José Larralde, en su canción más famosa, Cosas que pasan, una frase demoledora "Se olvidaron mil cosas buenas, por una que salió mala”.
Por sus dichos, sobre el preservativo, el Dr. Abel Albino, emulando a las afirmaciones de Benedicto XVI, ha sido pre juzgado y menospreciado. Quizás muchos se olvidaron, que gracias a su incansable trabajo, existen espacios Fundados Centros CONIN 80 en la Argentina, uno en nuestra provincia y también está presente en Paraguay, Perú y Gambia (África Ecuatorial), centros de primera infancia (guarderías infantiles). Son específicamente unidades de detección temprana y tratamiento de la desnutrición infantil. Gracias a los frutos del Dr. y sus colaboradores se implementó en nuestra provincia, el programa "Mis primeros 1000 días” de protección de los bebés, desde el embarazo, hasta los dos años, preservando el desarrollo cerebral, con alimentación y estimulación.
Hay que dejar partidismos mezquinos…No se puede culpar o calumniar de ser ultra católico. Albino, piensa como la doctrina social de la iglesia católica, ni más ni menos.¿Es delito pensar como la doctrina social de la iglesia?
El Dr. Favaloro fue un promotor de los valores históricos del Gral. San Martín y del Gral Manuel Belgrano. El Dr. Albino también y además es un fervientes defensor de las enseñanzas del sanjuanino Domingo F. Sarmiento y del porteño José Hernández.
La actitud del Consejo Deliberante de la Municipalidad de Guaymayén, de quitar el título de ciudadano ilustre a este médico por su lucha contra la desnutrición infantil, es netamente intolerante y maniquea.
Evidentemente, los argentinos, padecemos un maniqueísmo, que nos lleva despreciar personas e instituciones, por pensar distinto, sin ver sus grandes virtudes.

