Mucha gente se pregunta cómo el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, logró ganar tan cómodamente las elecciones del domingo pasado pese a los enormes escándalos de corrupción que lo salpicaron, y de sus ataques constantes contra la prensa libre y las instituciones democráticas. Pero si uno mira de cerca lo que está pasando en Ecuador, la arrasadora victoria de Correa no debería sorprender a nadie.
¿Cómo explica que Correa haya ganado con el 57% de los votos, incluso después de varios escándalos de corrupción?, le pregunté a Hurtado.
Para quienes no recuerden los recientes titulares de Ecuador, el primo de Correa, Pedro Delgado, renunció a su cargo de presidente del Banco Central en diciembre, después que los diarios informaron que había mentido al afirmar que había terminado sus estudios en economía. Más importante aún, Delgado habría usado una opaca agencia gubernamental para otorgar préstamos a amigos del gobierno. Ese fue tan sólo el último de varios escándalos de corrupción muy cercanos a Correa. El propio hermano del presidente, Fabricio Correa, confirmó públicamente que recibió enormes contratos del gobierno, de más de 300 millones de dólares, con su consentimiento.
Sin embargo, nada de todo esto parece haber perjudicado al presidente, debido al boom petrolero y a la dolarización de que se ha beneficiado el país en los últimos años.
"Ecuador vive el momento de mayor prosperidad de su historia reciente”, dijo Hurtado. "Por donde se mire hay nuevos edificios, nuevos centros comerciales de lujo, y cada se ven más automóviles en las calles”.
Además de la prosperidad petrolera, Correa ganó las elecciones porque impuso reglas electorales hechas a su gusto y medida. El presidente controla todas las instituciones, e impone cada vez más restricciones a la prensa, agregó Hurtado.
Hurtado dijo que "a diferencia de las dictaduras de antaño, que daban un golpe de estado, cerraban el congreso y sustituían al presidente, las dictaduras del siglo XXI desconocen el orden constitucional bajo el cual fueron elegidas y crean un nuevo orden constitucional para perpetuarse en el poder”.
"La Organización de Estados Americanos (OEA) debería intervenir en este tema, porque estos gobiernos violan varios artículos de la Carta Democrática Inter-Americana”, dijo Hurtado. "Pero desgraciadamente, la OEA no se ha pronunciado, y utiliza un doble parámetro: uno para las dictaduras de derecha y otro para las dictaduras de izquierda.”
Estos autócratas narcisistas-leninistas siguen el mismo manual: lanzan sus candidaturas a elecciones presentándose como campeones de la lucha contra la corrupción, y tan pronto son elegidos cambian la constitución para asumir poderes absolutos y eternizarse en el poder. Y cuando comienzan a ser criticados por ser más corruptos que sus antecesores, quieren cerrar los medios aduciendo que hay una "conspiración mediática" en su contra.
Tal vez estas autocracias no duren mucho tiempo mas, porque la enfermedad de Chávez, la disminución de los precios de las materias primas y sus desastrosas políticas económicas pueden debilitarlas. Pero por ahora, nadie debería sorprenderse de la "arrasadora victoria” de Correa.