Desde la época colonial las poblaciones próximas a ambas bandas de la Cordillera de los Andes, en el actual departamento Calingasta y el área chilena a la misma latitud estaban integradas entre si por lazos de parentesco culturales, económicos y fuerte sentido de pertenencia común.

El tráfico de ganado en pie, el comercio trascordillerano con mulas cargueras, el propio movimiento seminómade y trashumantes de arrieros, pastores, cazadores y mineros provenientes de ambas bandas, a través de los pasos, cordones y valles interiores de la cordillera, constituyó una dinámica contradictoria con la determinación de la frontera internacional argentino-chilena.

Los relatos del "Gaucho Donoso” constituyen una narración oral compartida por los baquianos al momento del descanso nocturno junto al fogón. La historia de este personaje, según las fuentes orales, se remonta en el siglo XIX probablemente entre 1817-1830.

El hombre era famoso y temido por sus robos, asesinatos y violaciones que perpetraba en la cordillera y en los pequeños poblados de los valles occidentales y orientales de la misma.

Las descripciones acentúan su extraordinaria fortaleza, altura, poder y armamento (la longitud del cuchillo y su enorme revólver). También enfatiza la baqueania del protagonista materializado principalmente en su grado insuperable del conocimiento y capacidad de utilización del terreno. Su carácter lo llevaba a cometer todas clases de aberraciones, mas allá del beneficio que pudiera obtener por los crímenes.

Donoso es pintado como un ser sumamente racional e irracional en su crueldad al mismo tiempo. Con inteligencia planificaba estratégicamente el robo de las caravanas que atravesaban los Andes, burlaba a sus perseguidores, engañaba y mataba a sus víctimas. Las poblaciones eran muy escasas del lado argentino, se reducía a magros caseríos en el Valle de Calingasta, al pie de la cordillera frontal (como Tamberías y la Villa Calingasta), y luego las fincas de Zonda en el valle homónimo que se encuentra a las puertas de la capital sanjuanina.

En los pueblos Donoso realizaba sus apariciones con tres fines; gastar el dinero en las cantinas, provocar disturbios que terminaba con la muerte de su oponente y fundamentalmente raptar mujeres para llevarlas a la cordillera como compañía invernal a su refugio a cierto valle intracordillerano que actualmente se denomina "Las invernadas de Donoso”. A la que se resistía le seccionaba sus senos y orejas. El raptor se ocultaba en este valle secreto donde existía una cueva (la casa de Donoso), en la que previamente había acumulado leña, forrajes y alimentos ya que durante 6 meses el lugar quedaba bloqueado por la acumulación de nieve, de esta forma la mujer quedaría prisionera por la propia cordillera. Cuando comenzara a derretirse, Donoso podría emprender nuevamente sus correrías. En ese momento o apenas apareciera señales de embarazo mataría a la mujer y arrojaría sus restos al Río Blanco.

El principal capital de Donoso era su conocimiento de la cordillera incluyendo las técnicas de supervivencia, rutas, valles y caminos.

La actividad principal que realizaba era el robo a las caravanas y viajeros que atravesaban la cordillera en un tráfico comercial. Para cumplir su objetivo Donoso utilizaba la siguiente estrategia: extraviar el rumbo de las caravanas provocando la desesperación y muerte de sus integrantes en los laberintos andinos, o bien por su propia mano en la oportunidad propicia que tarde o temprano podía encontrar. Ofrecía sus servicios como guía (baquiano) para deliberadamente llevar a los viajeros por rumbos equivocados, hacia las zonas más difíciles, donde quedaban a su merced. A lo largo del tiempo fue acumulando un tesoro en arreos, monturas, platerías, armas, animales, etc., que guardaba escondido en algún sitio del valle, llamado por esta causa Valle de la Fortuna.

En algún momento Donoso comenzó a ser perseguido por la milicia argentina, que sistemáticamente es burlada y humillada.

Respecto a este tópico el relato mas difundido es el de cómo sorprendió, a una partida y luego de atarlos los "capó” con su enorme cuchillo y los abandonó para que murieran desangrados.

Sin embargo, un día éste se presentó como guía para una caravana liderada por dos hermanos chilenos, reconocidos por sus riquezas. Lo contratan, pero al reconocerlo le preparan una emboscada.

En un alto en el camino lo invitan a tomar un vaso de pisco al abrigo de una caverna; instantes después desenvainan sus cuchillos y se trenzan en un memorable duelo que acaba con la muerte del bandido.

A partir de este punto concluye la historia de la vida y muerte de Donoso y comienza la etapa de la búsqueda y posible hallazgo de su tesoro.

El tesoro será buscado muchos años después de la muerte de Donoso por un arrierito (posiblemente pariente del bandido) quien lo encuentra y después desaparece con la fortuna y nunca más se vuelve a saber de él; o bien, como muchos informantes piensan, todavía no ha sido hallado.

(*) Profesor de Historia. Miembro de la Junta de Estudios Históricos de la Provincia de San Juan.