El grupo "Calidad de Vida", de la OMS, afirma que el reconocimiento de la "espiritualidad" permite el desarrollo más eficaz de estrategias en los pacientes gravemente enfermos e igualmente en sus familias.

En el año 2010 se tipificó el "Síndrome post -UCI", por la Sociedad of Critical Care Medicine, según la cual dicho síndrome afecta con síntomas cognitivos, físicos y mentales, a quienes habiendo ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos, sufrieron por ello, un deterioro en la calidad de vida tras el alta. En el siglo XXI continuaron los estudios de seguimiento de los supervivientes, encontrándose signos evidentes de trastornos de estrés post traumático, que persistieron a lo largo de un tiempo considerable, con graves consecuencias para su vida actual. 

Desde una perspectiva antropológica integral, se advirtió que las experiencias de estas personas durante su internación conforman una problemática compleja e interdisciplinar, e igualmente los familiares y cuidadores de estos pacientes, quienes también sufrieron diferentes secuelas. Recordemos que a ello se suman las tensiones propias de las Unidades de Terapia Intensiva, agravadas por la sobre exigencia a los profesionales de la salud, a causa de la Pandemia del covid-19, que se impusieron a nivel global.

Salud mental y calidad de vida

Numerosas investigaciones dan cuenta de las secuelas negativas en la salud mental y calidad de vida, de los pacientes, sus familiares y personal de salud. Por ello, desde este punto de partida, nos propusimos como Objetivo de nuestro trabajo, que mediante la Información, la Comunicación y la Educación como así mismo, a través de la práctica de métodos, procedimientos y otros recursos, se pudiera prevenir, mitigar y evitar el sufrimiento del "estrés post traumático".

A partir de esta situación, un grupo a multidisciplinar de distintas instituciones través del Centro Interdisciplinario de Estudios Integrales-CIDEI-dependiente del Vicerrectorado de Formación y de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UCCuyo, se generó un Proyecto de Extensión e Investigación, volcando todo el esfuerzo en concretar una investigación comprometida, socialmente relevante, con un importante trabajo de campo a realizar con los actores centrales de las UTI de San Juan (pacientes, profesionales de la salud y familiares), a fin de descubrir y analizar los factores estresores que han padecido durante el proceso de internación, para que finalmente, obteniendo las Conclusiones y Propuestas, los Equipos de Salud (médicos, psicólogos, enfermeros, nutricionistas, fisioterapistas, kinesiólogos, etc) puedan aproximarse a las posibles modificaciones y/o incorporación de prácticas que contribuyan a mejorar los protocolos existentes y rescatar sobre todo, la visión del hombre como Persona Humana.

Reflexión bioética

La concepción del hombre como "Persona humana" es central en nuestro trabajo de investigación. El hombre es Persona, y como tal, Sujeto de Derechos, entre ellos, el Derecho a la vida y a ser respetado en su Dignidad Humana hasta la hora final. 

Aquí estamos ingresando al campo de la reflexión Bioética como fundamento de la praxis humana. El énfasis de los aspectos espirituales es de vital importancia en el abordaje de la temática que nos involucra, pues bien sabemos que la espiritualidad se la vincula directamente con el bienestar emocional y la calidad de vida de las personas. 

Según la OMS, la calidad de vida es la percepción de un individuo sobre su posición en la vida, en el contexto de la cultura y en el sistema de valores en los que vive, en relación con sus metas, expectativas e inquietudes, creencias, valores, tradiciones y prácticas. El mismo grupo "Calidad de Vida" de la OMS, afirma que el reconocimiento de la "espiritualidad" permite el desarrollo más eficaz de estrategias en los pacientes gravemente enfermos e igualmente en sus familias.

Trabajar con la Espiritualidad, en cualquier ámbito de la vida humana, nos vincula directamente con el trato humanitario, en este caso, con la Humanización de la Asistencia Sanitaria. 

 "Competencias blandas"

Desde esta perspectiva, nuestra intención ética-pedagógica apuntará también a contribuir a la formación de graduados de la Ciencias de la Salud, en las llamadas "competencias blandas", tales como la emocionalidad, la solidaridad, la generosidad, hábitos de comunicación, habilidades para relacionarse, (empatía, escucha activa, respeto, compasión), lo que invitará, sin duda, a los profesionales a realizar un giro en su práctica profesional de cara a una humanización de excelencia. 

Al respecto, durante el mes de junio se dictarán las "1ras Jornadas Internacionales de Prevención de Secuelas de Terapia Intensiva. Abordaje Interdisciplinario", de las que daremos información oportunamente. 

 

  • Humanizando los cuidados intensivos

Nuestro trabajo de exploración nos llevó a encontrarnos con el "Proyecto HU-CI (Humanizando los Cuidados Intensivos), surgido en España en el 2014 y aplicado con gran éxito en más de 19 países, capacitando profesionales sanitarios y continuando con su labor de sensibilización por todo el mundo. Actualmente ha generado el Master en "Humanización de la Asistencia Humanitaria: Pacientes, Familias y Profesionales", en la Universidad de Barcelona. Nuestra mirada filosófica, desde la Bioética, sin duda nos lleva a advertir un cambio de paradigma (desde el paradigma tecnológico imperante) hacia una "nueva ética", una "ética del cuidado", una Ética Humanística centrada en las Personas, en el cuidado del otro, en el cuidado de todos los implicados (pacientes, familias y profesionales). Se trata de un cambio de paradigma que surge como una necesidad y como el camino hacia la construcción de una sanidad de excelencia, cambio que haga posible que la Bioética y la Técnica estén unidas en la celebración y defensa de la vida (Juan Pablo II).

 

Por la Dra. Mercedes Palacio M.
Especialista en Bioética