La rueda de la riqueza mundial continúa girando en una sola dirección. Cada vez más se pronuncia la tendencia a la concentración de los recursos disponibles. Quien lo confirma es el Informe Anual de la Ong británica "Oxfam'', dado a conocer a la prensa el pasado lunes 21 de enero del presente año, un día previo al gran "cónclave'' financiero de Davos, Suiza, que se reúne todos los años con los líderes políticos y financieros del planeta.


La fortuna de los 26 grupos económicos más pudientes ha crecido respecto del 2018- en un 12,5%, mientras que la baja de ingresos de casi la mitad de la población pobre del orbe ha sido del 11 por ciento.


Encabeza el ranking el conocido Jeff Bezos, de Amazon, con 112 mil millones de dólares. Etiopía, nos dice el Informe Oxfam, otorga anualmente el 1% de esa cifra en salud pública, a sus 105 millones de ciudadanos.


El problema se extiende a la educación infantil: 262 millones de niños no pueden ir a la escuela. No olvidemos que el mapa del analfabetismo, es coincidente con el mapa del hambre: casi 800 millones de personas no alcanzan las 2.100 calorías diarias necesarias para la vida.


La austeridad ha perdido prestigio, lamentablemente. No hace mucho un programa televisivo conducido por el carismático Marley, mostraba en Dubai un joyería de lujo. Además de mostrar vestidos confeccionados de oro puro, exponían en vidriera el anillo de oro 24 kl. más voluminoso jamás visto: 53 kg de metal precioso. No hay manos capaz de contenerlo. Una ostentación asiática sin sentido alguno.


En los países en vía de desarrollo un niño de una familia pobre tiene el doble de posibilidad de morir en los primeros 5 años, respecto a un niño de un país de primer mundo. No hay fórmulas mágicas como solución. Sí, el propósito firme de crear fuentes de trabajo, eficientizar el gasto público, invertir en educación inclusiva, poner honestidad en todos los negocios, pagar los impuestos, combatir el narcotráfico y el crimen organizado.


Generar mayor paridad con la mujer, es otro desafío en vistas a construir un mañana mejor. Según el Informe Oxfam, el 86% de las empresas están en manos masculinas, y perciben mejores salarios que las mujeres en la mayoría de los países.


Un estudioso como San Juan Crisóstomo, el más vigoroso y elocuente entre los Padres de la Iglesia de los primeros tiempos, se constituyó en el más ardiente defensor de los pobres y el más insistente amonestador a los ricos para que no descansen en el uso egoísta de sus riquezas. No por azar el papa Francisco lo cita en Evangelium Gaudium n 57, cuando el santo dice: "No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos''.


Una cultura del trabajo limpio, es también cultura de la solidaridad, nuevo nombre de la paz. La riqueza excesiva puede ser por momentos, buena compañera, pero siempre será mala maestra de vida.


Por el Pbro. Dr. José Juan García
Vicerrector de la UCC.