Carlos III de Inglaterra, el eterno príncipe que llegó a ser rey, luego de la muerte de su madre, la reina Isabel II, luego de un reinado de 70 años.

Cada vez que hay que hablar de monarquías, es necesario separar aquellas de carácter parlamentario de las despóticas o dictaduras. Aunque en ambos casos no dejan de ser anacronismos en el siglo XXI. En el caso de las parlamentarias, están aprobadas por la Constitución vigente en esos países y por tanto fueron aceptadas por la mayoría de su Poder Legislativo. Hablamos de Reino Unido, España, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica, Noruega, Suecia, Luxemburgo, a los que se agrega con las mismas características, aunque con otras particularidades Liechtenstein y Mónaco. 


Hay que señalar al mismo tiempo que suelen producirse en algunos de estos países manifestaciones públicas de rechazo al rey o la reina reinantes, pero se ha demostrado que nunca fueron grupos representativos que convencieran a algún diputado a presentar un proyecto para pedir la abolición definitiva del reino.

El acreditado periódico londinense "The Economist'', quizá el más influyente en temas económicos del mundo, fundado en 1843, hace casi 180 años, no ocultó nunca su rechazo a la monarquía y su carácter "republicano''.

Monarquía aceptada

En ese marco, el caso más representativo de una monarquía aceptada por la gran mayoría de los ciudadanos es el Reino Unido. Tanto que con el fallecimiento de Isabel II, el 8 de septiembre de 2022, se coincidió en Londres en que a los ingleses "se les había muerto un miembro de su familia''.

El acreditado periódico londinense "The Economist'', quizá el más influyente en temas económicos del mundo, fundado en 1843, hace casi 180 años, no ocultó nunca su rechazo a la monarquía y su carácter "republicano'', aunque respetó en todo momento el afecto monárquico de una mayoría de los ingleses. Además, dejó trascender que, pasados los tiempos del luto, se debería efectuar un referéndum por monarquía o república.


Hoy, de hacerse esa consulta popular, terminaría confirmando la monarquía, pero no así a su actual monarca, si nos basamos en varias encuestas realizadas en distintos sectores de la población inglesa. Pero no sucede lo mismo con la consideración o "afecto'' del pueblo hacia Carlos III.


Como lo dijo a este periodista el propio rey de España Felipe VI a bordo del avión que lo trasladaba de Madrid a Santiago de Chile en una visita de Estado como príncipe heredero de España en 1992: "La aceptación de los ciudadanos hay que ganársela, no se hereda''.


Isabel II, el reinado de 70 años

Lo que ha sucedido con Isabel II es casi excepcional en la historia de las monarquías parlamentarias, ya que fueron 70 años de reinado con la aprobación general de los ciudadanos, y con muy pocos momentos de tensión, el más importante de ellos cuando falleció en accidente la princesa Diana, primera esposa del actual monarca, y de quien se separó en medio de gran polémica pública.


Apenas se difundió que Isabel II no acudiría a despedir los restos de la madre de sus nietos Guillermo y Enrique, la monarca recibió la reprobación general de la población a través de los medios de comunicación o con carteles durante los funerales en las largas filas para dejar una flor cerca del féretro de la princesa.


Los ingleses no olvidan que fue el entonces primer ministro Tony Blair quien convenció a la reina para que asistiera porque el notorio dolor de los ingleses se manifestaba en las calles, demostrándose que Diana se había convertido en "la princesa del pueblo'', como el propio primer ministro le manifestó a la reina.


Carlos III, un rey polémico

Carlos, proclamado rey el 10 de septiembre de 2022, será coronado el 6 de mayo de este año, pero sus primeros pasos en el trono de los Windsor, han provocado más de una polémica, sobre todo por actitudes de su esposa, Camilla Parker Bowles, hoy reina consorte, y su relación con sus hijos, Guillermo, príncipe de Gales, y especialmente conflictiva con el menor, Enrique, duque de Sussex. Pero además porque el inglés medio le ha reprobado siempre a Carlos su furtiva relación con su actual esposa desde antes de su boda con Diana Spencer, el 29 de julio de 1981, y siendo ya matrimonio hasta su separación definitiva, anunciada por el primer ministro inglés, a la sazón John Major, el 9 de diciembre de 1992: "Se anuncia desde el palacio de Buckingham, con pesar, que el príncipe y la princesa de Gales han decidido separarse''.

Carlos III es formalmente el rey hasta su muerte o renuncia y abdicación en su hijo mayor. Pero está lejos de ganarse el aprecio que obtuvo con creces su madre, Isabel II. Sin embargo, la imagen del principe Guillermo, primero en la línea de sucesión al trono, tiene una notable aceptación, aunque ahora protagoniza una serie de rumores sobre una posible separación matrimonial. Y empieza de nuevo otra historia. 

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
Autor del libro "Vida de Reyes", Emporio Ediciones, Córdoba (2014)