Estados Unidos siempre ha tenido una presencia en los países centroamericanos.

Al mencionar el aumento de migrantes indocumentados de Guatemala, El Salvador y Honduras en la frontera sur de los EEUU, el presidente Trump anunció recientemente que recortará más de U$S 450 millones en ayuda estadounidense para esos países.


Trump afirmó que los gobiernos de los tres países "no han hecho nada'' para evitar que los migrantes se dirijan a la frontera de Estados Unidos. De hecho, gran parte de la ayuda no se destina a los gobiernos de estos países, sino a organizaciones no gubernamentales financiadas por los EEUU que ayudan a combatir el crimen, la corrupción y el hambre.


"No estoy jugando juegos'', dijo Trump durante un viaje del 29 de marzo a Florida, con Sens. Marco Rubio y Rick Scott a su lado. "He terminado los pagos a Guatemala, a Honduras y El Salvador. Ya no hay dinero''.


Esta semana, más de 100 miembros alarmados del Congreso enviaron una carta al Secretario de Estado Mike Pompeo, pidiéndole a la administración que revoque su decisión. La reducción de la ayuda a Centroamérica sólo estimulará un aumento en el flujo de migrantes a los Estados Unidos, dijeron.


"La situación en nuestra frontera empeorará, no mejorará'', escribieron. Los legisladores, encabezados por la Representante Norma J. Torres, D-California, y Albio Sires, D-New Jersey, dijeron que gran parte de la ayuda de los EEUU se destina a iglesias y grupos financiados por los Estados Unidos que han ayudado a reducir la violencia en los tres países que conforman el "Triángulo del Norte'' de América Central.


La decisión de Trump es inconstitucional, ya que sólo el Congreso tiene la autoridad para 
apropiarse de la ayuda extranjera, dijeron. Según informes, Pompeo ha dado instrucciones para redirigir los U$S 450 millones en fondos de 2018 destinados a los países del Triángulo del Norte.


En Guatemala y Honduras, parte de la ayuda de los Estados Unidos se destinó a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y a la Misión contra la Corrupción e Impunidad en Honduras. Ambos grupos han ayudado a capacitar a fiscales, investigadores y jueces para combatir la corrupción.


Como un informe reciente de la Oficina de América latina de Washington, un grupo de expertos concluyó: "La asistencia extranjera debe ser parte de una estrategia a largo plazo para ayudar a abordar los factores subyacentes que obligan a muchas familias y niños a abandonar sus comunidades''.


Cortar la ayuda a Centroamérica no sólo es contraproducente, sino que aumentará aún más la creciente influencia de China en la región. Panamá estableció relaciones diplomáticas con China en 2017 y desde entonces ha sido seguida por El Salvador y la República Dominicana. El presidente de China, Xi Jinping, visitó Panamá en diciembre, una visita que Trump aún no ha hecho.


No sorprende que el presidente electo de Panamá, Laurentino "Nito'' Cortizo, le haya dicho a la agencia de noticias Reuters que mientras Estados Unidos descuida a Centroamérica, "otro (China) está haciendo avances''.


Al igual que muchas de las decisiones de política exterior de Trump, tiene muy poco que ver con la promoción de los intereses nacionales de los EEUU Y mucho que ver con mantener felices a sus seguidores xenófobos, obsesionados con la inmigración.