El arbolado, compuesto por la presencia de árboles de diferentes especies y en diferentes contextos, desempeña un papel esencial en la mejora de la calidad de vida y la sostenibilidad de los entornos naturales y urbanos. Ya sea en plazas, parques, paseos, avenidas, el arbolado ofrece una amplia gama de beneficios que van desde la mejora del medio ambiente hasta la promoción del bienestar social. Domingo Faustino Sarmiento, siendo presidente, manifestaba con esa impronta que lo caracterizó: "¡Planten árboles!", y escribió en ese sentido: "La pampa, como la República, es tabla rasa: hay que escribir sobre ellas árboles" y "El eucalipto será el marido de la pampa". Aunque a Sarmiento le debemos el traernos además del eucaliptus, el plátano, variedad de nueces y uvas Malbec, entre otras especies de la naturaleza.
Uno de los roles más destacados del arbolado es su contribución a la salud ambiental y al equilibrio ecológico. Los árboles ofrecen refugio y alimento para aves, insectos y otros animales. En áreas forestales y naturales, el arbolado autóctono proporciona un hogar para especies nativas y contribuye a la preservación de ecosistemas locales. Los árboles desempeñan un papel crucial en la purificación del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno a través de la fotosíntesis. Además, actúan como filtros naturales al atrapar partículas en suspensión y contaminantes atmosféricos. Esto resulta en la mejora de la calidad del aire. En entornos urbanos, el arbolado desempeña un papel crucial en la mejora del paisaje y la calidad de vida. Las calles y avenidas arboladas, los parques y las plazas con sus jardines contribuyen a la estética de la ciudad, brindando espacios verdes y atractivos para el esparcimiento y la recreación. Estos lugares no sólo ofrecen un hermoso paisaje visual en medio del ajetreo urbano, sino que también promueven la interacción social y la conexión con la naturaleza. Además, el arbolado en áreas urbanas puede ayudar a reducir el ruido ambiental al actuar como barrera acústica. Los árboles absorben y dispersan el sonido, lo que contribuye a crear entornos más tranquilos y relajados. También debemos tener en cuenta que este típico paisaje de nuestra ciudad no sólo sirve al sanjuanino, sino también le llama poderosamente la atención al turista, que muchas veces vienen de otras ciudades donde no es común un arbolado como el que cuenta nuestro San Juan.
El estado de las acequias
Por lo expuesto es muy importante que la nueva administración municipal encabezada por Susana Laciar, que recién comienza, ponga foco en el cuidado de nuestros árboles, plazas y paseos que siempre fueron motivo de atracción no sólo al sanjuanino sino también al turista. Además, el arbolado puede ser parte de estrategias de restauración ecológica al plantar especies autóctonas en áreas degradadas o alteradas. Esto no sólo contribuye a la recuperación de la vegetación original, sino que también ayuda a restaurar la función de los ecosistemas y la salud del suelo.
Ahora bien, nada de esto tampoco es posible sin el cuidado, mantenimiento y recuperación del sistema de riego que San Juan posee, siendo en su época toda una innovación nuestras acequias, que normalmente llamamos, con un término bien sanjuanino, "cunetas". Hoy en muchas acequias de nuestra ciudad, el agua, indispensable para mantener viva nuestras especies arbóreas, no circula, debido no sólo a la negligente actitud de los ciudadanos, que arrojan todo tipo de residuos plásticos ya sea de botellas o envoltorios, sino también a la decidía e inoperancia de administraciones municipales pasadas y los efectos de esta "mugre" acumulada, lleva a la proliferación de insectos como lo son las "cucarachas", "vinchucas" y roedores como el "pericote", que atenta su presencia contra la salud de los ciudadanos.
Reconversión de especies
Hoy también es tiempo ya de una política de paulatina reconversión de especies arbóreas, por otras que se adapten a nuestro suelo y clima ya que las existentes como son la "mora híbrida y el plátano", son altamente alérgenos, impactando de lleno, en la época de brote en primavera, en la salud de la población. Esa reconversión por supuesto que es lenta, pero debe ser constante, erradicando árboles viejos y enfermos, reemplazándolos por nuevas especies.
Resumiendo, el arbolado es una pieza fundamental en la mejora de la calidad de vida, él medioambiente y la promoción del bienestar de los sanjuaninos. Desde su contribución a la salud ambiental y la conservación de la biodiversidad desde su impacto en la salud física-mental y la mitigación del cambio climático, el arbolado es un recurso valioso y esencial en la creación de entornos equilibrados y saludables. A medida que continuamos reconociendo su importancia, es fundamental preservar y fomentar la presencia de árboles en entornos naturales y urbanos para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.
El desafío que las nuevas autoridades municipales tiene es que nuestra ciudad capital debe ingresar al "círculo de ciudades ejemplares", donde no sólo el atractivo es el de su arbolado, sistema de regadío, sus amplias veredas, calles anchas, su sistema de recolección de residuos, su limpieza urbana, sus "cordones" bien pintados, con amarillo para zonas de estacionamiento prohibido y blancas para el permitido, debe ser ejemplo urbanístico para otras ciudades del país.
Por Jorge Reinoso Rivera
Periodista