La pandemia ha acelerado exponencialmente los procesos de digitalización y conectividad a través de internet y muchos sostienen que nos encontramos frente a una verdadera revolución digital.

La palabra "digital" que tan frecuentemente utilizamos tiene que ver con la forma en que comenzaron a funcionar las computadoras para almacenar y procesar datos. Como por los circuitos con los que se construyen estas máquinas puede pasar o no voltaje, el código binario de dos dígitos (0 y 1), es lo que permite programar a las computadoras. Y esto es lo que dio origen al término "digital".

Casi todo el mundo utiliza la palabra digital para referirse genéricamente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y reconocen empíricamente que ellas están provocando un profundo impacto en la forma en que hacemos casi todas las cosas.

Muchos ven en esto un gran peligro pero hay que reconocer que la tecnología ha sido el principal impulsor del progreso del hombre desde las épocas más tempranas de la humanidad hasta nuestros días y, en gran medida, es la que ha permitido el desarrollo permanente de las personas en relación a su contexto.

"El desarrollo tecnológico debe enfocarse en los problemas y las preocupaciones globales más que en las demandas específicas del mundo desarrollado".

Desde la primitiva imprenta hasta las modernas computadoras, desde la primera aplicación de la penicilina al uso extensivo de vacunas como la del covid-19, el hombre ha utilizado su ingenio para inventar las herramientas que le permitieron mejorar su calidad de vida: la convivencia, la salud, la productividad, la enseñanza y la comunicación. 

La misma tecnología también se está alterando, influenciada por la manera y los referentes por los que la tecnología se crea, pero también, por cómo ella se hace accesible y se utiliza. 

La cuarentena ha generado que un nuevo mapa de innovaciones aparezca. Los centros responsables del avance tecnológico que reúne a los institutos de investigación a lo largo de todo el mundo, se vinculan por medio de redes digitales de desarrollo tecnológico. Paralelamente a estas nuevas redes y el crecimiento de oportunidades que suponen, se superpone otro mapa que refleja una larga historia en donde la tecnología es desparejamente difundida en el mundo.

La tecnología no es intrínsecamente buena o mala, el resultado depende de cómo se la utiliza. Creemos que se pueden definir estrategias para ayudar a que la gente pueda crear y utilizar la tecnología para mejorar sus vidas y la de todos los seres humanos, y para reducir especialmente la pobreza en el mundo. Pero para que aquello ocurra, el desarrollo tecnológico debe enfocarse en los problemas y las preocupaciones globales más que en las demandas específicas del mundo desarrollado.

Sostenía Ortega y Gasset que "mientras viva el hombre hemos de considerar su técnica como uno de sus rasgos constitutivos esenciales, y tenemos que proclamar la tesis siguiente: el hombre es técnico".

Frente a las amenazas de lo que muchos también denominan la Cuarta Revolución Industrial, la digitalización es una ola transformadora sin retorno, que está creando grandes oportunidades para quien esté dispuesto a innovar aprovechando su enorme potencial.

¿Cómo creo que afectará esta acelerada digitalización en mi actual trabajo? ¿Qué debo modificar para adaptarme a un tiempo de vertiginosos cambios, sobre todo después de la pandemia?

 

Por Gustavo Carlos Mangisch
Director de Innovación y Calidad en Educación del Espacio Excelencia y de la Maestría en Nuevas Tecnologías (UCCuyo)