San Juan posee variedades de plantas que son naturales como el junquillo, la totora, la caña y el mimbre, además de la palmera que fue ingresada por los inmigrantes.


Todas estas plantas que en un principio fueron utilizadas por los aborígenes, que vivían junto a aguadas, como las lagunas de Guanacache u otras zonas con aguas de río o humedales, otorgan actualmente la posibilidad de realizar diversos trabajos artesanales de inigualable belleza.


Cada una de estas plantas ofrecen innumerables posibilidades por lo que paso a detallarlas:


El junquillo es una planta herbácea, de tallo recto y flexible, que crece dentro del agua o en lugares húmedos, donde forma matas compactas. Con el tallo de junquillo siempre se fabricaron escobas, pero fue poco empleado para artesanías. Se da en distintos lugares de nuestra provincia, pero se observa en grandes cantidades en Médano de Oro, ya que crece en sitios donde hay humedales.


Fue utilizado por los aborígenes de las lagunas de Guanacache, para construir recipientes tejidos de tal forma, que se podía transportar líquido en ellos, para lo cual se necesitaba gran habilidad.


Es un elemento de bajo costo, aunque su recolección es un poco ardua. Con esta planta trenzada se pueden construir muebles de lujo, puesto que el junco permite que se trabaje con mucha elegancia. También se pueden realizar otros objetos más simples como canastitos, posa botellas, etc


Otra de las plantas que es común ver en nuestra provincia es la totora, que actualmente es utilizada para tapizar asientos de sillas. Antes también se la utilizaba para atar las ramas de los parrales, tarea que actualmente se realiza con totora de plástico.


Al respecto de la totora, he observado en un sitio como el lago Titicaca la construcción de islas con este material y sobre ellas viviendas, además del uso artesanal que se le da.


A este material, en nuestra provincia, se le podría dar otros usos como la realización de canastos, mantelitos individuales para la mesa, porta vinos, sombreros etc. Su tejido no es difícil.


La caña es otra planta que abunda en nuestros canales y que es muy utilizada para realizar muebles. Se podría promover un mayor aprovechamiento y darle a esos productos identidad local.


El mimbre de Calingasta, que fue traído por Sarmiento desde el Delta, también permite realizar distintos productos y otorga las mismas posibilidades, por ejemplo, que el junquillo.


También tenemos palmeras en abundancia, alguna de ellas datileras y otras cuya hoja es la palma. Ambas ofrecen muchas posibilidades para su aprovechamiento.


Todos los años hay muchas ferias de artesanos y emprendedores, pero lamentablemente estos productos con identidad sanjuanina muy poco se ven.


Se deberían dar clases para el aprovechamiento de estas plantas intentando avanzar en dos aspectos; en la falta de trabajo y en el ofrecimiento a los turistas de productos netamente sanjuaninos con identidad local.

Por María Teresa Forradellas
Licenciada en Turismo.