Aunque no constituyó una sorpresa el triunfo obtenido por Michelle Bachelet en la primera vuelta, no dejo de sorprender que no haya logrado coronarse como Presidenta y deba acudir por tanto, a la instancia de una 2º vuelta.
La estabilidad institucional que vive el vecino país, se debe a la existencia de dos conglomerados que desde más de 20 años, son los actores reales de la política chilena, "’La Concertación” y la "’Alianza por Chile”. Bajo el arco de distintas visiones políticas, estas alianzas de partidos que han sido capaces de imaginar un proyecto de país, han generado los 5 últimos presidentes Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet (Concertación) y Piñera (Alianza por Chile). El 6º presidente que indudablemente el 15-12-2013 será Michelle Bachelet, ya no proclamada desde la Concertación, sino que desde el actual Pacto "’La Nueva Mayoría”, que ella lidera a nivel nacional.
El Pacto Nueva Mayoría esta conformado por los Partidos: Socialista, Democracia Cristiana, Por la Democracia y Radical, pacto al cual se suman otras fuerzas donde sobresale la presencia de Partido Comunista, es decir, un alero donde conviven socialistas, demócratas, social demócratas y cristianos, de izquierda y centro izquierda, laicos, agnósticos, ateos, humanistas etc. La Alianza por Chile como contraparte, esta conformada por los Partidos Unión Democrática Independiente y Renovación Nacional, que aglutina a sectores independientes de derecha y centro derecha, entre ellos, algunos que no ocultan su admiración por el ex gobierno militar.
La Nueva Mayoría nombre con el se acuña al pacto ganador, representa el silogismo de una serie de expectativas que avizoraban una contundente victoria de Bachelet, como Presidente en la primera vuelta. Por esta razón, la existencia de una segunda vuelta representa el hecho político más relevante, del acto eleccionario llevado a cabo.
Lo que resulta también trascendente, es que dado que la decisión de votar es voluntaria, solo menos del 50% del total del padrón electoral, decidió participar y votar. Y si bien existe un amplio consenso en cuanto a que la mayor participación legitima y fortalece la democracia, lo cierto es también, que ese mas del 50% que no votó es mucho mas que la inercia del desinterés. Es el resultado de un extendido proceso de modernización, que ha ido modelado la vida de los chilenos que entienden que hay que hacer cambios y promover reformas, pero que están muy lejos de las desmesuras que algunos de los candidatos en su afán de ganar, se dedican a cultivar
Un hecho también muy notable, es que tanto el ex ministro de Minería Laurence Golborne, funcionario clave en el rescate de los 33 mineros y la ex Ministra de Relaciones Exteriores María Soledad Alvear, perdieron su elección. Pero lo novedoso no se ubica en la perdida del sillón senatorial, sino que este revés se da bajo instancias donde ambos contaban desde sus sectores, con uno de los más altos índices de reconocimiento y popularidad.
Lo que resulta aún más significativo, es el implacable triunfo de muchos ex líderes de los movimientos sociales, que a lo largo del país hicieron sentir la voz de su reclamo. Estos cabecillas del descontento, son muchos de los dirigentes estudiantiles secundarios y universitarios, que tuvieron la osadía de organizarse y de movilizar a todo un país, bajo la causa de una "’educación libre y gratuita, pero también de excelencia”. Ellos como diputados de la Nación, cuentan con la mayor votación alcanzada en sus respectivos distritos y desde esta realidad representan el recambio generacional, que la política reclama en toda nuestra Latinoamérica.
El Pacto Nueva Mayoría cuenta ya con mayoría en Diputados y Senadores, pero no cuenta con los quórums requeridos, para gobernar con facilidad. Las transformaciones de fondo como la reforma a la Constitución, Tributarias y Leyes Orgánicas, consideradas como duras, requerirán de acuerdos diálogos y consensos que pondrán a prueba una vez más, el rol que desde el bienestar general y el interés nacional, corresponde tanto al oficialismo como oposición saber gobernar.
"’El país ha votado para que Chile sea el país moderno, solidario y justo que todos anhelamos y por la transformación del sistema educativo, la mejora de la salud pública, el sistema de pensiones y las políticas sociales y una reforma, donde los que mas tienen, aporten como corresponde al desarrollo de Chile”, ha manifestado Michelle Bachelet.
Por primera vez en Chile, dos mujeres Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, disputan la banda presidencial, y por primera vez si Dilma Rousseff es reelecta como Presidente en Brazil, el liderazgo político de nuestra Latinoamérica, probablemente lo asuma una mujer.
Tanto Bachelet como Rousseff, cuentan con el respeto, liderazgo y el reconocimiento que se requiere a nivel mundial, para que nuestros países desde su propia diversidad se encaminen a consolidar su integración, crecimiento y desarrollo, como también a resolver, los graves problemas estructurales sobre la que se asienta la pobreza, miseria, exclusión y desigualdad social.
(*) Ingeniero de Minas.
