La juventud argentina sigue apostando su futuro vinculado a la capacitación y el aprendizaje. 


El impacto de las tecnologías en casi todas las actividades humanas ha obligado a resignificar la misión y el rol de muchas instituciones que hasta ahora han sido fundamentales para la estructuración y dinámica de la vida en sociedad. Una de ellas es la educación superior y universitaria.


El clima de incertidumbre junto con la pandemia y la inminencia de una segunda ola, es un motivo de angustia y preocupación para casi todos, con el riesgo de caer en el pesimismo y la parálisis. Sin embargo, afortunadamente, muchas personas (especialmente jóvenes) siguen apostando su futuro vinculado a la capacitación y el aprendizaje. Al menos esto es lo que demuestran los 100.000 alumnos que se anotaron para iniciar con el Ciclo Básico Común su ingreso en la Universidad de Buenos Aires. La cifra que es histórica, se compone básicamente por los que han elegido carreras tradicionales (Medicina, Psicología, Abogacía, Arquitectura, Administración, Contador Público, Nutrición, Diseño Gráfico, Ingeniería en Informática y Derecho), o propuestas innovadoras como la carrera Ciencia de Datos.

  • MAYOR OFERTA Y DEMANDA

Del mismo modo y a pesar de estar limitada la presencialidad por el Covid-19, los cursos y carreras de posgrado muestran un incremento en oferta y demanda. Cada vez más profesionales se suman a recorridos académicos con la esperanza de adquirir competencias para poder afrontar los complejos desafíos que propone el futuro. 


Contrariamente a lo que podría pensarse, la virtualidad a la que se vieron obligados también los investigadores, ha permitido una mayor interdisciplinariedad haciendo que quedaran en el pasado las investigaciones encerradas en la biblioteca para aprovechar la riqueza de la cantidad de conocimientos y vinculaciones que ofrecen las redes. Las plataformas que nos permiten vincularnos han crecido en contexto de pandemia y han logrado generar nuevas alternativas de producción científica compartida. 

  • EXPECTATIVAS POSITIVAS

Junto con la ineludible necesidad de transformar la educación superior para responder a los desafíos tecnológicos y epocales, vemos que la universidad también transmite esperanza y confianza a las personas, sumando proyectos, herramientas y generando expectativas positivas en medio de tiempos difíciles y contextos tan inestables.


Conviene preguntarnos como sociedad, ¿estamos promoviendo espacios de estudio y reflexión sobre la realidad? ¿nuestras empresas facilitan recorridos académicos y especializaciones a sus empleados? ¿generamos la validación social y el acompañamiento a los estudiantes de todas las edades? ¿Cómo podemos hacer todo esto de una manera innovadora?


Con estas preocupaciones hemos diseñado la Maestría en Gestión de Nuevas Tecnologías en Comunicación de la UCCuyo que se inicia el próximo 28 de abril.

Por Gustavo Carlos Mangisch. Director de Innovación y Calidad en Educación del Espacio Excelencia y de la Maestría en Nuevas Tecnologías (UCCuyo).
Virna Vinader, asesora en Comunicación Institucional y docente de la UCCuyo.