La oferta y práctica turística realizada recientemente desde empresas y profesionales del área, hacen ver las tendencias de las poblaciones urbanas hacía la búsqueda de la naturaleza como destino de sus vacaciones o salidas cortas. Se observa una aceptación del turismo rural, donde hay lugares muy precisos que vinculan a nuestra mente con la paz de la sombra de una alameda o algarrobales y la felicidad del acercamiento al río, canales o acequias y montaña. Esta inclinación al turismo de campo es parte de la tendencia hacia la vida rural, de cosas simples y puras. El interés por el turismo rural va en aumento, dentro de un mercado muy competitivo en los que son viables destinos y proyectos profesionales con calidad. 

En esta forma de hacer turismo existe una gama de tipos de experiencias, servicios y modos para desarrollar en un sitio, un diseño propio del modo de vida campesino y la estrategia de presentar un turismo sustentable tanto rural como natural. En este amplio marco se encuentran formas diversas que se pueden presentar integradas o segmentadas, tales como: Eco turismo, Agroturismo, Turismo de aventura, etnoturismo, todos con la vinculación de los huéspedes con comunidades para conocer el modo de vida tradicional del grupo. 

La causas de la actual demanda por turismo rural y/o naturaleza y las causas de su desarrollo se pueden encontrar en la creciente demanda de actividades en ambientes no contaminados, el creciente interés por conocer las actividades propias de los predios agrícolas y la vida animal y vegetal del ambiente rural, imagen de la vida campesina, y la necesidad de variación de oferta turística, de la tradicional sol y playa. Además del creciente interés presentado por los agricultores por incrementar y diversificar sus ingresos. También por el creciente interés en el cuidado del medio ambiente.

La provincia tiene potencial para explotar el turismo en todas sus ramas. Es importante una planificación y desarrollo pleno.

Como resultado de todo ello, se nota que en los últimos años se han incrementado todas las formas del turismo en las zonas rurales y naturales, como por ejemplo la visita a una plantación de viñedos, bodega y restaurante con los productos del lugar. También crecieron los complejos turísticos y modalidades de hospedaje, como hoteles de montañas, termales, campings en medio rural y turismo asociativo como las colonias de vacaciones. Se agrega a todo ello los circuitos turísticos clásicos o especializados en alguna actividad que incluyen algún tipo de participación como también la pesca y deportes náuticos.

El turismo rural y la naturaleza muestra aspectos sociales de gran interés para su desarrollo, como la participación de la mujer, quienes son promotoras difundiendo comidas tradicionales. Todo esto favorece la generación de empleo y el asentamiento de nuevos pobladores. Los pequeños agricultores pueden encontrar además un mercado adicional para sus productos, que favorece las bases culturales de la comunidad. 

Estas actividades o modalidades del turismo tradicional que se insertan en el medio rural y natural, si bien benefician al local, debe controlarse su crecimiento ya que pueden producir una serie de problemas al ambiente y comunidades receptoras que pueden sobrepasar los beneficios esperados, por todo ello la necesidad de una planificación responsable. 

En San Juan el turismo rural y natural siempre fue desarrollado con gran atracción para el local y el turista. Adquiere un importante posicionamiento en el mercado y puede entrar a una etapa de rápida expansión planificada, para que los pobladores rurales dirijan su mirada hacia el turismo para enfrentar las dificultades en la hora presente "abriendo las tranqueras al turismo".

Para ello es necesario mostrar la oportunidad del turismo a todos, mostrando las señales del mercado, enseñando los mecanismos propios de la comercialización del turismo, los recursos humanos necesarios y tecnológicos.

Lic. María Teresa Forradellas
Especialista en Turismo cultural