La juventud vive el presente como instancia prioritaria, no tiene entonces la guía que se buscaba antes en la proyección al futuro que aportaban; guiaban, justificaban el trabajo, incluso el esfuerzo en el presente


La noticia de intentos suicidas preocupa y crea incertidumbre. En psiquiatría se habla de crisis suicidas que requieren atención inmediata, recurso al profesional, para evitar un desenlace trágico. En eso pueden intervenir la familia, amistades; y las circunstancias pueden favorecer la intervención de distintos actores. Después de la crisis aparecen planteos referidos al funcionamiento de la familia, atención médica, trato adecuado.


Este tiempo tiene caracteres difíciles de entender. En tiempos del Concilio Vaticano II, Ratzinger en un manuscrito redactado para conferencias sobre la constitución Gadium et Spes, dice que el hombre mira al futuro. Se había podido ver la destrucción y la muerte sin sentido en guerras devastadoras. Se esperaba la reconstrucción y el bienestar del hombre; se confiaba para eso en la técnica; después se vio que esa técnica puede ser también su destrucción. Para que la técnica sirva como esperanza, el hombre debe saber quién es.


Conocerse a sí mismo puede parecer obvio y difícil. Hoy hay un vacío de pensamiento, se lo identifica como posmodernismo, término ambiguo por la variedad de formas que presenta, sin encontrar un sentido unívoco, aunque la univocidad podría no armonizar con la distensión del pensamiento sin coherencia interna. 


VIVIR EL PRESENTE

Volviendo al comienzo, hoy el análisis del suicidio incluye un tiempo en el que la juventud vive el presente como instancia prioritaria, no tiene entonces la guía que los fines que se buscaban antes en la proyección al futuro aportaban; guiaban, justificaban el trabajo, incluso el esfuerzo en el presente. Hoy se vive el presente como si fuera el tiempo decisivo, tratando de encontrar satisfacción inmediata, transitoria; sin un esfuerzo ahora, que tiene sentido en el presente, y se proyecta al futuro.


Se requiere un análisis desde la parte médica, conociendo la condición existencial del joven. Cómo entender el tiempo de la adolescencia, vive en una época en la que se exalta el presente, que es fugaz, consiste en instantes que se suceden rápidamente. En este análisis se usa la noción agustiniana de tiempo.


Puede ser que no se piense lo suficiente ese presente, ya que la sucesión de instantes sigue; también que el pasado no se considere lo suficiente, como parte del presente en la memoria; pierde valor, suceden instantes en los que se busca responder al estímulo actual. El presente es esa sucesión ininterrumpida de instantes. Pero la conciencia forma un presente reuniendo acontecimientos pasados, por ejemplo el tiempo de la escuela secundaria, en el adolescente incluye lo que ya pasó, la actualidad, hoy, y lo que se anticipa como futuro. Todavía no ocurre, pero es parte del presente como anticipación, espera.


Así el presente incluye en la conciencia pasado como memoria, presente fugaz y futuro como expectativa. 


Hoy la atención adolescente, cuando es dispersa, no vive de ese modo la temporalidad, se queda en el presente, no como triple presente formado en la conciencia, sino como actualidad fugaz, lo que ocurre en el momento.


La dispersión en hechos aparece como carácter básico de su existencia, la mente está dispersa esperando nuevos hechos, sin que se considere lo suficiente pasado ni futuro.


VICTOR FRANKL, EN LA CONFERENCIA

En una edad caracterizada por la búsqueda de la identidad, puede costar encontrarla, y asumir identidades sucesivas, sin encontrarse a sí mismo. Puede costar entender el significado de identidad. En el ámbito educativo se nota la carencia de significados, o el debilitamiento de su real sentido. Eso no se reduce al ámbito educativo, ahí se expresa. El alumno está expuesto a la inseguridad de un vacío de pensamiento. El análisis de nuestra situación, desde la noción agustiniana del tiempo psicológico como triple presente, sirve para entender la existencia hoy.


La juventud, en ese ambiente puede significar dudas, vacilaciones, falta de significados claros: qué es libertad, sentido de la vida; así pueden aparecer intentos de solución mágica, fanatismo, dispersión.


Hoy se aborda la prevención del suicidio, la consideración de la vivencia de la temporalidad, puede ayudar a entender al joven.


Psiquiatría, psicología y filosofía abordan el tema, Giselher Guttmann en la introducción a Logoterapia y análisis existencial, libro que reúne textos de Víctor Frankl de cinco décadas, menciona el "puente" que este realizó entre psiquiatría, filosofía y psicología. "Entenderíamos mal su objetivo si nos conformáramos con admirar este puente sin reconocer que Frankl exige con él al mismo tiempo la unidad inseparable de estos tres ámbitos." P. 14.


Si se quiere entender eso aplicado al tema suicidio, que preocupa hoy por casos recientes en la juventud; se entiende la conveniencia de agregar consideraciones filosóficas. Hay veces en que se impone la inmediatez, en la crisis suicida se recurre al profesional de la salud, pero el significado de lo humano aparece.

"Frustración y vacío existencial"

Frankl habla de "frustración y vacío existencial", el hombre tiene necesidad de encontrar el sentido de su vida, hay un sentido en cualquier circunstancia, hay que encontrarlo. La crisis suicida reclama la intervención del profesional de la salud, la dimensión filosófica te lleva a entender el sentido de la vida, y a remitirte al sentido último, hay en el hombre una relación con una realidad trascendente, se desarrolla en la religión, Frankl plantea el sentido último como una instancia que se encuentra fuera de sí mismo. Dios está presente aún cuando eso no se advierta, en una dimensión espiritual inconsciente, lo que significa que el inconsciente contiene espiritualidad, y en ella religiosidad, que puede estar reprimida, incluso originar neurosis.


Estas consideraciones derivan en la inclusión de una imagen total del hombre, cuando se atiende un paciente, como en el caso que nos ocupa ahora, en la atención de quien tiene idea suicida o pasa por una crisis suicida.

Por el Dr. Manuel Castillo
Profesor Titular de Antropología Filosófica de la FFHyA. Profesor titular de Filosofía de la Educación y de Lógica.
Doctor en Filosofía.