¿La Nación le pidió al gobernador Sergio Uñac que instale la idea de suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias? Es una pregunta importante que hoy no tiene respuesta directa, y probablemente nunca la tenga. Hay misterio. Donde no lo hay, es en el hecho de que el sanjuanino logró instalar su idea en medios nacionales, y más fuerte aún en los políticos: al menos otros diez mandatarios (con el pocitano son casi la mitad del país) recogieron el guante y se manifestaron a favor, aunque habrá que esperar para saber si esos dichos se van a convertir en votos en el Congreso, si es que esto llega alguna vez a ese recinto. Mientras tanto, Uñac ya habló por teléfono con casi todos los gobernadores y se reunió por separado con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y con Sergio Massa, el titular de la Cámara de Diputados de la Nación. El primero dijo "ni", pero el segundo amaga con convertirse en una carta importante para las intenciones del sanjuanino. De igual forma, hay final abierto ya que Cristina Fernández guarda silencio de radio. 


Las PASO nacionales fueron creadas en el 2009 tras la aprobación de la ley 26.571. El objetivo era establecer dos cuestiones básicas: la primera, determinar los partidos políticos habilitados para participar de las elecciones nacionales generales, ello en razón de que debían obtener como mínimo el 1,5% de los votos válidos emitidos en el distrito electoral que participaba, y la segunda, establecer cuál iba a ser la lista que iba a intervenir en la elección general representando a cada partido o alianza electoral. 


La norma tuvo aciertos y desaciertos. Los que están a favor dicen que ordena la oferta electoral al estabilizar las alianzas con varios meses de anticipación y reducir el número de candidatos gracias al piso obligado del 1,5 por ciento del padrón. También, aseguran, las PASO promueven la democratización de las organizaciones al alentar la competencia interna. Quizás esa "interna obligada" le terminó regalando al PRO, la UCR y la Coalición Cívica la presidencia en 2015, por ejemplo. 


Pero los que están en contra también enumeran argumentos. Manifiestan que estas competencias obligadas no solamente complican económicamente a los partidos, sino que los termina sumergiendo en profundas crisis internas, que luego son difíciles de desarmar. También dicen que el 1,5% es proscriptivo porque deja fuera de la competencia a los partidos minoritarios y sin representación a los votantes de esos partidos, ya que pocos terminan del todo conformes en otras estructuras. Además dicen que como hay muy poco tiempo entre la interna y la general, la primera termina funcionando como una gran (y cara) encuesta nacional muy difícil de revertir. 

Sergio Massa, Pte. Cámara de Diputados


De ambos bandos tienen algo de razón, aunque el motivo principal de la propuesta de Uñac no pasa por ninguno de esos puntos. De hecho, Uñac no cuestiona las PASO, cuestiona hacerlas luego de esta crisis económica sin precedentes en el mundo entero. El mandatario pone el ojo en los más de 17.000 millones de pesos que se va a gastar la Nación en la organización de las elecciones del año que viene, y los 225 millones de pesos que tendrá que invertir la provincia solamente en las primarias. Para colmo, de seguir la pandemia, a esos números habrá que aplicarles todo el gasto del cumplimiento de los protocolos de salud, cosa que hoy es imposible de prever.


Probablemente el pocitano también esconde una razón política, no lo descarto. Todos recuerdan la elección interna de la oposición sanjuanina en el año 2013, la que terminó complicando al peronismo de aquélla época. Si las negociaciones en la oposición van como hasta ahora, porque también las hay, más de uno aspira a repetir aquélla contienda basualdista de hace 7 años, que terminó por poner a Eduardo Cáceres en una banca y al peronismo casi en ridículo. Entre tantas cosas, el peronismo de cabotaje también quiere ganar elecciones.


Hasta ayer al menos, los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Rodolfo Suárez (Mendoza), Omar Perotti (Santa Fe), Juan Manzur (Tucumán), Arabela Carreras (Río Negro), Juan Schiaretti (Córdoba), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Valdés (Corrientes) se mostraron a favor de la iniciativa uñaquista. Son del peronismo, de partidos aliados a la Rosada y también de la oposición. El mendocino radical Suárez, gobierna la provincia del presidente de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo. No es un dato menor, ya que la oposición nacional y los partidos provinciales serán claves si es que la idea llega al Congreso. Uñac, entre íntimos, valoró todas las manifestaciones públicas, pero le interesaron dos: la del cordobés Schiaretti y la del santafecino Perotti a quienes considera clave para poner en agenda el tema. En ambos bandos de la grieta política hay coincidencias, lo que no ocurre con mucha frecuencia en este país.


La batalla no será fácil, ya que en razón de tratarse de una modificación al régimen electoral, es necesaria la mayoría absoluta del total de los miembros de cada una de las cámaras del Congreso de la Nación, según el artículo 77 de la Constitución Nacional. 


Según dicen en el peronismo, Uñac ya habría convencido a Massa y será clave el trabajo político del exintendente para convencer a los partidos provinciales. Pero, ¿hay tiempo? Las mismas fuentes dijeron que la norma sólo aconseja hacer cambios 12 meses antes de los comicios, lo que dejaría al uñaquismo al borde del infarto. 


Si Cafiero no trató de frenar a Uñac en la reunión del jueves, es probable que la Nación esté testeando el tema y que la propuesta de Uñac avance. Si eso ocurre, será bueno luego hablar de los frutos que recogerá el sanjuanino.