Entre lo anunciado como plan paliativo y lo facturado por las emisoras de tarjetas de crédito en los resúmenes a pagarse en el mes de septiembre de 2020, es mucho más caro.

Los montos actuales informados del costo financiero total de las deudas refinanciadas con tarjetas de crédito que se anunciaron en abril del 2020 a los fines de aminorar el impacto de ese gasto en el marco de la pandemia, no resultaron ser lo que se anunció en su momento. En concreto entre lo anunciado como plan paliativo y lo facturado por las emisoras de tarjetas de crédito en los resúmenes a pagarse en el mensual de septiembre de 2020, es ostensiblemente más caro que lo que se entendió en su umbral de salida. En el arranque se dijo que la deuda de tarjeta refinanciable a abril de 2020, era de 9 meses con 3 meses de gracia pagadera a partir de septiembre 2020 y que se iba a pagar $147 cada $1.000 de refinanciamiento. A tal punto resultó bueno el plan que 2,5 millones de argentinos aceptaron ese régimen y le dieron el visto bueno en el borrador de gastos dando por superado el trance. La cuenta así entendida se registró predecible en los números y tiempo del plan paliativo. Parecía una cuestión resuelta en la lógica de la planificación del tiempo de la economía familiar. Pero si con el mismo criterio del cálculo sobre cada $1.000 se lo prevé para una base del cálculo de $10.000, lo lógico es que arroje una suma de $1.470. Ya que lo único que hay que hacer es multiplicar los $147 que surgen por cada mil pesos, que es el 14 % de actualización, por 10 veces para que arroje la suma y tasa de actualización sobre el capital de $10.000. Pero por un lado las facturaciones reales y concretas arrojaron que por cada $10.000 hay que pagar $4.300 de intereses. O sea el 43 % de actualización y no el 14 % por cada mil pesos. Imaginemos que la tasa de referencia del BCRA para licitar sus activos actualmente es del 38% nominal anual y 45,77% efectiva anual, de modo que un resumen de tarjeta factura tanto o más intereses que el BCRA en el mercado mayorista del crédito. Más aún, existen casos en que se supera el 43% de refinanciación tal como se explica más abajo, debido a la aplicación del impuesto IVA sobre los intereses. Esto no es mera comparación teórica, ya que en esos diferenciales está en juego viabilizar o no la regularización de la cadena de pagos. Si los diferenciales de reajuste para los minoristas son mayores o iguales que para el mercado mayorista del crédito, no se posibilitará una sostenibilidad en la sucesión regular y constante de los pagos en la economía real. Sin contar que el input de los ingresos está en una situación todavía crítica y con un signo de interrogación sobre cuándo se recuperará.


Los errores del plan paliativo fueron:


* 1.Los tres meses de gracia si llevan actualización por lo que no son sin costo, y ello no se aclaró ni ponderó en el anuncio 


* 2. Que el 43 % era una raya que no se podía superar con intereses e impuestos incluidos, y muchos resúmenes superaron ese tope porque en los cálculos anunciados no se dijo que el IVA sobre intereses no estaba incluido.


* 3. Que la tasa de actualización no se hace sobre la deuda pendiente de pago, sino, sobre la deuda total originaria. Ello llevó a repotenciar la deuda y a sumar diferenciales respecto de lo divulgado cada 1.000 pesos. Así, al final de los 9 meses, el refinanciamiento resulta en una tasa del 52% y no del 43%. Ejemplo dado por expertos: "si alguien que refinanció $100.000 pagará durante 9 meses cuotas de $15.900 aproximadamente, incluyendo capital e impuestos. Al final del periodo habrá pagado en total $143.100, es decir 43% más de los $100 mil que se refinanciaron. Pero si los intereses se calcularán sobre el stock de deuda que va quedando (todos los meses al pagar algo la deuda baja) a los 9 meses se habrán pagado $129.505, es decir, $13.595 menos de intereses que en el cálculo actual".


Es imperioso corregir esto y hace pagables de verdad estos gastos de tarjeta de crédito porque es un instrumento fundamental de financiación del gasto de la economía, de hecho subió un 7% en julio el consumo por este sistema de medios de pago.

Por Dr. Mario Alfredo Luna 
Prof. Fabián Alberto Núñez
Jáchal