La transferencia del dictador militar cubano Raúl Castro de uno de sus muchos cargos de hecho, el menos importante a Miguel Díaz-Canel ha sido descrita por varios presidentes y muchos medios internacionales como un "traspaso de poder", una "transición" y el inicio de "una nueva era+ en la isla. Con el debido respeto a todos, ¡eso es ridículo!

Díaz-Canel al momento de recibir de Raúl Castro el poder.

Castro, de 86 años, mantendrá sus dos puestos más importantes: el de jefe del Partido Comunista, que según la constitución del régimen cubano es la "fuerza dirigente superior de la sociedad y el estado", y el de comandante supremo de las fuerzas armadas.


Díaz-Canel, quien cumple 58 años el domingo, fue nombrado presidente, el tercer cargo más importante en Cuba. Se trata en buena medida de un cargo ceremonial: sus posibilidades de cambiar algo son prácticamente nulas hasta tanto Castro se muera o se retire de su cargo como jefe del todopoderoso Partido Comunista, lo que podría ocurrir en tres años.


El propio Díaz-Canel dijo en su discurso de inauguración el jueves que su trabajo será preservar la dictadura cubana de casi seis décadas de antigüedad. Díaz-Canel dijo que "el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es la continuidad de la revolución cubana".


¿Mandato dado por el pueblo? ¡Qué disparate! El pueblo cubano no ha tenido una sola elección libre en casi 60 años. Todos los partidos de oposición y periódicos independientes o medios electrónicos están estrictamente prohibidos. Las personas que no están de acuerdo con el credo oficial del régimen militar son calificadas de agentes del imperialismo, enemigos del pueblo y perseguidos.


Sorprendentemente, incluso algunos gobiernos latinoamericanos que han tomado una posición firme por la restauración de la democracia en Venezuela han felicitado a Cuba por el nombramiento de Díaz-Canel.


¿Qué hay para felicitar a Díaz-Canel? ¿El hecho de que haya trabajado toda su vida para uno de los regímenes totalitarios más antiguos del mundo?


Muchos argumentan que la designación de Díaz-Canel es "histórica" ? porque será el primer presidente cubano en la historia reciente cuyo apellido no será Castro, y porque representa a una generación más joven que podría estar más abierta al cambio.


Eso es cierto. Nadie puede descartar que Díaz-Canel se convierta algún día en el Gorbachov de Cuba. Pero lo más probable es que, al menos durante los próximos tres años, mientras Castro siga siendo el máximo líder en su calidad de jefe del Partido Comunista, Díaz-Canel seguirá siendo un opaco obsecuente de Castro.


En lugar de felicitarlo por su ridícula "elección", los presidentes extranjeros deberían enviar a Díaz-Canel una fuerte señal de que en el siglo XXI ya no hay lugar para regímenes totalitarios que no permiten partidos de oposición ni la libertad de expresión. Y nosotros en los medios deberíamos llamar al régimen cubano por lo que es bajo la definición de cualquier diccionario: una dictadura.