Hemos celebrado como cristianos el nacimiento de Jesús. Nos hemos reunido para compartir en familia el recuerdo de aquella venida de Jesús al mundo. En Nochebuena el centro no ha sido la comida y la bebida. El centro es Dios, que se hace Niño en la pobreza de la carne humana.

Jesús, José y María son el cuadro para contemplar. Nuestros ojos deben dirigirse a ellos, para que avivando la fe en nuestro corazón, descubramos una y otra vez, que Dios está junto a nosotros. Vivir la Navidad, es descubrir que nuestra vida humana tiene brillo y sentido, porque Dios vino a estar en medio de los hombres.

Ha sido una noche espiritual: de encuentro con Dios, con los hermanos y nosotros mismos. Es muy aconsejable en esta fecha rezar en familia: dar gracias a Dios porque el vino a tomarnos de la mano y levantarnos con su amor.

La liturgia de la Iglesia afirma: "Dios siendo grande se hizo pequeño, siendo fuerte se hizo débil, siendo rico se hizo pobre''. En el prólogo del evangelio según san Juan nos dice en 1,14: "El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros''. Jesús es el "Verbo del Padre'', es decir, La Palabra del Padre pronunciada al mundo.
Lucas 1,1-20, texto que corresponde al llamado "evangelio de la infancia'' expresa: en época del emperador Augusto, en circunstancias de un censo, María da a luz a Jesús.

Nace en un pesebre porque no había lugar en el albergue. Entran en escena unos pastores que cuidaban en la noche el rebaño por turno y se les aparece el Ángel anunciándoles una gran alegría: "hoy en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor''. La señal de lo anunciado por el ángel es el niño acostado en un pesebre envuelto en pañales.

Una multitud de ángeles en el cielo alababan a Dios diciendo mediante un cántico: "!Gloria a Dios en las alturas y en la tierra, paz a los hombre amados por él!'' El nacimiento se dio en tiempos del emperador Augusto, éste fue el primer emperador romano, gobernó desde el 27 aC hasta el 14 dC, fue el reinado más largo en la historia de Roma.

Logró mantener el orden y la paz en el imperio, era llamado dios y salvador. Lucas al narrar que Jesús nace bajo la pax augusta, quiere indicar que el verdadero artífice de paz no es el emperador poderoso, sino ese Niño que nace en la ciudad de David anunciado por los mensajeros celestes y que más tarde será proclamado el Rey.

Nacer en circunstancias de un censo es mostrar el carácter marcadamente universal que tiene la venida de Jesús al mundo.
El ángel, mensajero celeste, anuncia la buena noticia del nacimiento a "pastores'', modestos habitantes de la comarca ocupados en sus menesteres.

En el fondo de la narración está el semblante del joven pastor David que cuidaba el rebaño en las praderas de Belén (1 Sm 17,15). En la literatura bucólica o pastoril helenística los pastores son retratados como jóvenes soñadores amigos del campo y con un gran amor a los animales.

Son símbolo de la humanidad real. Para Lucas, los pastores son los humildes y sencillos de corazón, aquellos verdaderamente pobres a los cuales el Señor les muestra su gloria. Al contemplar esta escena bíblica del nacimiento del Señor queda resonando en nuestro corazón la gran humildad y sencillez de ese Dios Niño que viene al mundo.

En un antigua leyenda judeo cristiana sobre el nacimiento de Jesús comentaba que la estrella de Belén bajó del cielo y se quedó para siempre entre los hombres, esa estrella es el mismo niño Jesús que nace, pero solamente lo descubren aquellos hombres y mujeres de corazón sencillo. 

(*) Párroco de Santa Bárbara, Pocito.