Victorina Navarro de Maurín está íntimamente ligada a la historia de San Juan del siglo XX y, especialmente, a la del Ateneo Cultural Femenino "Paula Albarracín de Sarmiento", que cumple 60 años. Su accionar estuvo marcado por un firme criterio acerca de la mujer en la historia humana. En uno de sus discursos dijo: "… en todos los hechos de la historia, la mujer ha sido siempre actora". "Muchas de ellas, que hubieran merecido los ‘honores de la apoteosis’ han permanecido en la penumbra. El velo del olvido ha cubierto su estoicismo, su grandeza moral y su inagotable generosidad en bien de la patria y de la humanidad". Este pensamiento guió su actividad para que, ni el velo del olvido ni la penumbra ensombrecieran la obra de la mujer, como verdadero motor de la civilización, de la cultura y, en síntesis, de la vida humana. Por eso se unió a otras mujeres para fundar en 1949 el Ateneo, respondiendo al "patriótico anhelo de realizar actos de reparación histórica y de justicia póstuma, en pro de nuestras mujeres ilustres", según sus propias palabras.
Victorina de la Concepción Navarro nació el 4 de septiembre de 1883. Fue la hija mayor del matrimonio formado por el Dr. Segundino J. Navarro (1852-1910), abogado, político y poeta, autor del "Himno a Sarmiento", y de Victorina Lenoir (1853-1925), docente e historiadora y sobrina preferida de Domingo Faustino Sarmiento, quien fuera Presidente argentino entre 1868 y 1874. Su tío Domingo la tuvo en brazos cuando ella tenía apenas 8 meses de vida, en ocasión de la última visita de Sarmiento a San Juan, en 1884.
Fue una autodidacta. Su educación sistemática consistió en la escuela elemental, así como la de sus hermanas Alicia (1887-1924) y María (1891-1971), aunque su hermano Juan Carlos (1885-1936) completó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional y la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires, graduándose de médico en 1902 y convirtiéndose en un renombrado pediatra.
En su formación ética e intelectual influyeron la tradición bíblica del Antiguo y Nuevo Testamento y la escuela de la Virgen María, el romanticismo y el realismo literario y las ideas de tolerancia y solidaridad social, espiritualismo y libertad de pensamiento del krausismo español, y las enseñanzas de Domingo F. Sarmiento acerca del protagonismo de la mujer.
Su abuela Procesa Sarmiento de Lenoir le enseñó la técnica y el amor a la pintura y tempranamente expuso Victorina sus propios cuadros, que fueron premiados en 1910. Su madre y su padre le inculcaron el amor a la historia patria, al civismo y a la poesía.
Victorina y su hermana María Navarro hicieron un culto de la personalidad y las ideas de Domingo F. Sarmiento y de su propia genealogía materna: de su madre Victorina Lenoir, de su abuela Procesa Sarmiento y de su bisabuela Paula Albarracín.
Se casó en 1905 con Juan Maurín (1880-1953), de activa actuación empresaria y política, quien fue luego gobernador de San Juan (1934-1938). Como primera dama participó de obras de acción social como "la copa de leche" para las escuelas, que se instituyó en ese gobierno, y participó de reuniones políticas de mujeres, en una época en que la política era casi exclusiva tarea de hombres.
Ella integró toda su vida asociaciones religiosas, patrióticas, cívicas, culturales y benéficas y llegó a presidir casi todas: "Asociación Damas Patricias", "Sociedad de Beneficencia", "Apostolado de la Oración", "Cofradía de Nuestra Señora del Carmen", "Cruz Roja", "Patronato de la Infancia".
Algunas de las instituciones que fundó, perduran hoy, como el "Ateneo Cultural Femenino ‘Paula Albarracín de Sarmiento’", del que luego sería elegida Presidenta Vitalicia. La creación del Ateneo, que cumple 60 años, fue en 1949, poco después del terremoto que asoló San Juan en 1944, y que destruyó no sólo lo material, sino que también hizo mella en la vida social de la Provincia.
Durante su gestión, dio a luz la publicación en 1963, del libro "Páginas Evocativas", en donde las socias tuvieron oportunidad de hacer trascender sus estudios, disertaciones y pensamientos. Fue promotora de la cultura sanjuanina, y de la mujer en especial, durante toda su vida.
El 6 de octubre de 1953 falleció su esposo Juan Maurín. A pesar del durísimo golpe redobló sus energías en pro de la actividad social y cultural y fundó, junto con otras señoras, la institución "Viudas de Naín".
El dedicar sus energías a mantener la memoria y difundir las ideas de su tío abuelo Domingo F. Sarmiento, la llevó a conceder entrevistas a periodistas y a escritores y a intervenir en actos públicos de reconocimiento.
Victorina tuvo 9 hijos, 6 de los cuales murieron en vida suya. Supo sobrellevar las adversidades con su espíritu esforzado y sereno y su profunda fe en la Divina Providencia. Falleció a los 88 años, el 21 de diciembre 1971. La vida de Victorina ilumina como ejemplo de valor y de humildad, de sabiduría y de empuje, de amor a su familia y a su Patria, de intelecto y vitalidad puestos al servicio de la sociedad.