La Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento, un patrimonio de San Juan y de la República Argentina.


El Día Nacional del Patrimonio Natural y Cultural Argentino se celebra cada 8 de octubre desde 1990. Esto es con el fin de "impulsar la reflexión y el interés de la sociedad en su preservación". Nos detendremos en aquellos decididos y valientes sanjuaninos que, tras el terremoto del 15 de enero de 1944 y en medio de la dolorosa tragedia y desolación general en la provincia, dispusieron de su tiempo y conocimientos para preservar todo aquello de valor entre las ruinas, y detrás de la prioridad de los miles de heridos. Sobre todo pensando en el legado cultural y patrimonial que había que dejar a las nuevas generaciones y a los tiempos que vendrían, naturalmente difíciles. Por ello trabajaron por resguardar aquellos edificios y conjuntos arquitectónicos, sus patrimonios interiores, sus preciados moblajes, enseres, libros, documentación y elementos que habían quedado, en algunos casos semidestruidos.

  • Conservación del patrimonio local

Ocurrió que, con fecha 28 de enero de 1944, el ministerio de Obras Públicas, Industria, Comercio y Minería de la entonces Intervención Federal, emitió una resolución, la número 15, por la cual "siendo indispensable evitar la pérdida de objetos que tienen un gran valor histórico", se designaba una Comisión Especial presidida por Vitalico Gnecco, miembro de una, ya para entonces, reconocida familia impulsora de la conservación de la heredad histórica local, hijo de don Agustín Gnecco y hermano de Anavadro y Huarpeliano Gnecco. Le acompañaban otros dos vecinos, también calificados hombres de la Cultura, Abenhamar Rodrigo y Herbet Otero Cendoya.

Vitalico Gnecco, un impulsor en la defensa de la conservación de material histórico en la provincia.

Entre otras facultades que el ministro Romeo M. Gaddi otorgó a esa Comisión, figuraba solicitar "en la División Recuperación y Apuntalamiento" la mano de obra necesaria, los vehículos que requiera para trasladar a un lugar seguro y bajo custodia, todo material que recupere, asimismo solicitar la paralización de cualquier demolición que afecte a los fines expresados y en salvaguarda de cuanto tenga valor histórico".

  • La Casa de Sarmiento

Para Gnecco, principal impulsor de recuperar, salvaguardar y poner a resguardo el Patrimonio Histórico Cultural Provincial que se encontraba entre los escombros, figuraba en primer lugar la Casa de Sarmiento, que a la sazón, y desde 1910, ya era monumento nacional, y donde se trabajó de forma ardua y veloz para apuntalarla con el propio Gnecco como ayudante. Precisamente este sanjuanino, empresario vitivinícola y de la construcción, fue uno de los fundadores de la actual Federación de Viñateros, y en un artículo en un diario local argumentaba su convicción de servicio al acervo cultural y arquitectónico de la provincia: "Me he criado entre cosas puro olor a Patria. El viejo molde para hacer el adobón, lanzas y recortados; banderas sucias pero cargadas de gloria. Frente a nuestra mesa, en el comedor de diario, mi padre Agustín ha hecho armar muebles para guardar los más valiosos diarios y periódicos de una prensa valiente del San Juan de ayer: El Zonda, El Agricultor, El Censor y tantos otros. 


Con el terremoto, la casa de mi padre ya no existe, pero ahí estarán aquellos papeles amarillos fecundados por Del Carril, Sarmiento, Rojo o Echeverría".

  • Preservación de archivos provinciales y eclesiásticos

En medio de tanto dolor de la población, Vitalico no dudó en resguardar no sólo los archivos provinciales, sino también los eclesiásticos, en su rescate del material histórico cultural dentro de la zona afectada, y todo lo salvado se iba acopiando en la Escuela Normal "Sarmiento". A ello se sumó, como tarea de la citada Comisión, detener demoliciones, disponiendo guardia militar para custodiar bienes arquitectónicos o construcciones históricas muy cotizadas. Por ello, la existencia del Museo Histórico "Agustín Gnecco", creado en 1886, con un acervo cultural de más de 150 mil piezas, y cedido posteriormente a la provincia en 1959, solucionó ese gran problema de entonces que era la necesidad de una institución que preservara nuestros bienes patrimoniales e históricos para las futuras generaciones.


Respecto del trabajo final de la Comisión, lamentablemente muchas construcciones históricas no fueron conservadas con el tiempo. Varias veces prevaleció la opinión de algún funcionario poco instruido o imberbes técnicos, y perdimos testimonios irrecuperables que se habían salvado del sismo, pero luego destruidos por alguna topadora. Sin embargo, a aquella Comisión Especial, y a Vitalico Gnecco en particular, le debemos la mayor parte del patrimonio salvado del terremoto en los difíciles días posteriores a tan trágica noche de sábado veraniego.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista. Fue presidente fundador del Consejo de Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia.