El presidente Javier Milei, enfrenta una progresiva presión por un escándalo de sobornos y una creciente inquietud sobre el gasto público al ingresar a una etapa crucial de elecciones que definirán el control de su gobierno.
El mandatario realizó una campaña con una plataforma antisistema y anticorrupción. Obtuvo un amplio apoyo electoral en las elecciones presidenciales de 2023 gracias a sus promesas de recortar el gasto estatal y reducir drásticamente lo que él llama el “cáncer” de la inflación para reactivar la economía argentina.
De hecho, Milei ha logrado reducir la tasa de inflación mensual -del 25% cuando asumió el cargo a cerca del 2% en julio- y logró un superávit presupuestario por primera vez en más de una década.
Sin embargo, su gobierno se enfrenta a una creciente presión ya que un escándalo de supuesta corrupción ha acaparado los titulares, lo que plantea interrogantes sobre las consecuencias políticas de las próximas elecciones legislativas.
A finales de agosto, medios locales publicaron grabaciones de audio que parecían mostrar a un alto funcionario del gobierno hablando de sobornos y sugiriendo que la hermana de Milei y secretaria general de la presidencia, Karina Milei, estaba recibiendo pagos ilegales. Javier Milei ha desestimado las acusaciones, calificándolas de mentiras, y Karina Milei no se ha pronunciado al respecto.
El índice de aprobación del presidente ya estaba en declive, lo que los politólogos atribuyeron a la frustración con sus estrictas medidas de austeridad.
Su popularidad cayó al 39% en agosto, según una encuesta de Trespuntozero realizada tras la difusión de las denuncias de corrupción, el nivel más bajo registrado para Milei hasta la fecha, una caída desde el 48% registrado en julio. Otra encuesta reciente de Management & Fit reveló que el 73% de los ciudadanos estaba preocupado por el escándalo de sobornos.
El índice del mercado bursátil local,, cayó más del 14% el mes pasado y esta semana alcanzó su nivel más bajo desde principios de abril.
Impacto del escándalo
Aun así, no está claro el impacto real que el escándalo tendrá en las elecciones. Muchos partidarios de Milei han restado importancia a las acusaciones, haciéndose eco de la versión del presidente de que es víctima de una operación orquestada por la oposición.
“Son todas mentiras”, dijo Freddie Correa, de 75 años, mientras ayudaba a portar una gran pancarta con el rostro de Milei en un acto de campaña el miércoles en la provincia de Buenos Aires.
“Son solo denuncias para sacarnos votos”, agregó.
Milei ha presentado a las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires del próximo domingo y las elecciones de medio término de octubre como una oportunidad para aplastar al kirchnerismo, el movimiento opositor liderado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Facundo Cruz, consultor político en Buenos Aires, afirmó que el clima político dividido significa que Milei no perderá mucho apoyo a causa del escándalo.
“Es una elección muy polarizada”, explicó. “Hay una idea de que hay a defender igual al gobierno a pesar de esto”.
Las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde reside casi el 40% del electorado del país, representarán un desafío para Milei en lo que tradicionalmente ha sido un bastión de la oposición peronista.
El 26 de octubre los argentinos votarán para renovar escaños en el Congreso, donde el gobierno de Milei actualmente tiene una minoría.
Un bloque parlamentario más amplio le daría mayor margen para enfrentar a la oposición que busca impedir sus reformas.
Ante las políticas de austeridad de Milei, los legisladores de la oposición han aprobado recientemente proyectos que aumentan el gasto en salud y educación, y el jueves, por primera vez, anularon su veto a un proyecto de ley para aumentar el presupuesto destinado a personas con discapacidad.
Un mal desempeño en las elecciones aumentaría la incertidumbre sobre su capacidad para implementar las reformas que buscan muchos inversores.
Con los mercados en vilo, el Tesoro argentino anunció que comenzará a intervenir en el mercado cambiario esta semana para estabilizar el peso, una medida que contradice la ideología de libre mercado de Milei.
Por Leila Miller
Agencia Reuters
