Se terminó la elaboración de vinos y mostos 2025 y, según datos finales del INV, de los 1.950 millones de kilogramos de uva que ingresaron a los lagares de las bodegas argentinas, se han descubado casi 1.058 millones de litros de vino nuevo y poco más de 405 millones de litros de mosto, lo que significa que se diversificó el 26% de la cosecha total, marcando el porcentaje más alto de los últimos 5 años.
Al total de vinos nuevos hay que agregar los 615 millones de litros de vino viejo, que quedaron almacenados en las bodegas. En suma, la industria dispone de unos 1.673 millones de litros de vino para enfrentar la nueva temporada. Si se asume que aproximadamente el 4% de ese volumen se destina a otros usos (vinagre, alcohol, entre otros), la oferta ajustada de vinos totaliza unos 1.600 millones de litros.
Mercado interno
Con este volumen de vinos, los establecimientos vitivinícolas deben abastecer el mercado interno (cerca del 80% del volumen) y los diversos mercados externos al que llegamos con nuestra oferta en diferentes versiones de modalidades de envíos y envases (alrededor del 20% del volumen).
Si bien es cierto que a la información oficial le falta el último mes (mayo) de la temporada 2024/25, proyectando valores promedio, se obtiene una comercialización total de vinos de unos 965 millones de litros, por todo concepto, para la temporada que acaba de terminar.
Si se asume que durante la temporada 2025/26 la demanda total de vinos aumenta un 3,5%, cuando detraemos este volumen del stock vínico total ajustado, tenemos una proyección de llegar con unos 600 millones de litros de vino al 01 de junio de 2026, lo que equivalen a 7,2 meses de comercialización. Este indicador -que mide el nivel de escasez/abundancia- se encuentra un 1,5% por debajo al nivel que tenía hace exactamente un año. Por tanto, podemos afirmar que el nivel de stock vínico esperado es el mismo que hace un año atrás.
Si bien es cierto que a la información oficial le falta el último mes (mayo) de la temporada 2024/25, proyectando valores promedio, se obtiene una comercialización total de vinos de unos 965 millones de litros, por todo concepto, para la temporada que acaba de terminar.
Caída del 30%
Ahora bien, cuando se analizan los precios registrados por la Bolsa de Comercio de Mendoza S.A., nos encontramos que los productos vitivinícolas muestran una caída del 30% real, al mes de mayo de 2025 respecto al mismo periodo del 2024. Cuando hacemos la comparación de los precios promedios de mayo 2025, respecto del mes de noviembre de 2024 (cuando ya pasó el riesgo de heladas tardías), se nota una disminución del 15%.
Según explican los referentes más calificados del sector, los precios del mercado de traslado están explicados inversamente por la escasez/abundancia (stock esperado) y la tasa de interés (porque es un bien stockeable); y, positivamente, por las expectativas (qué se espera que ocurra con la demanda futura de los productos vitivinícolas en el corto plazo).
Igual que hace un año
Ya explicamos, basados en la información oficial que, en términos de escasez/abundancia, estamos relativamente igual que hace exactamente un año. Este cálculo asume una expectativa de comercializar un 3,5% más de vino que durante la temporada anterior. En tanto que, en términos de tasa de interés, un plazo fijo entre 30 y 60 días rinde aproximadamente lo mismo que hace un año atrás, aunque con una tendencia a la baja, dado que la expectativa de inflación es menor.
En conclusión, si hacemos una combinación de lo que está pasando con las tres variables explicativas de los precios del mercado de traslado, entendemos que los valores observados actualmente estarían atrasados, al menos un 15%, en términos reales. Sin embargo, este atraso puede ser aún mayor, ya que en el transcurso del año se pueden modificar algunas variables referidas a la potencial cosecha 2026 que jugarían a favor de los precios, estamos hablando del riesgo de las variables climáticas y/o sanitarias.
Por Alfredo Aciar
Secretario de Coordinación para el Desarrollo Económico del Gobierno de San Juan