Gigantescos ejemplares de eucaliptos en calle Comandante Cabot, Rivadavia. Están secos desde hace años. Son sólo un ejemplo de la crisis que sufre la arboleda pública en toda la provincia y que necesita una urgente solución.

En la estación otoñal es cuando se puede hacer un relevamiento para conocer el estado en que se encuentra el arbolado público de la provincia, según especialistas. De esa forma, se puede tomar la decisión de suprimir ejemplares secos y enfermos para reemplazarlos por nuevos en el momento indicado. Para ello se necesita hacer un trabajo serio con metas a corto, mediano y largo plazo, debido a las características geográficas de la provincia como también climáticas donde los calores extremos son una constante las estaciones primavera – verano.

Es sabido que la situación climática que se vive en el plantea, que alertan los científicos a nivel internacional es preocupante por las consecuencias que esto conlleva. En ese contexto, hay algo que debe cambiar, tanto en la sociedad argentina en general como en la sanjuanina en particular. Es decir, dejar de ser negligentes para tomar en serio situaciones públicas que afectan a todos.

Se trata de trabajar con ahínco en materia de planificación para anticiparse y hacer frente a cualquier circunstancia que presente la naturaleza, como sequías, sismos, tormentas, vientos zonda y sur, incendios forestales entre otros.

Para ello, planificar la reforestación del territorio sanjuanino es vital para toda la población. No se debe caer más en el error de no darle la importancia debida a este tema. Si bien en las administraciones provinciales anteriores se trabajó en el tema, es evidente que no fue suficiente, ya que impresiona la cantidad de árboles secos y enfermos que se encuentran en toda la provincia.

El aumento de la cubierta arbórea urbana puede contribuir a mitigar la gravedad y la frecuencia de las olas de calor en las ciudades.

> Lucha contra el desierto

Por tal motivo es necesario trabajar en todos los viveros municipales y si algunas comunas no los tienen, habrá que armarlos con tal de ganarle la batalla al desierto. Erradicar árboles enfermos y secos es una necesidad, como también el reemplazarlos y mantenerlos. Tener en cuenta los espacios verdes, paseos públicos y demás lugares urbanos y suburbanos.

Tan sólo un ejemplo de arbolado público seco se ve por avenida Ignacio de la Roza rumbo a una zona turística como lo es el Jardín de los Poetas, en Rivadavia, donde todo está en condiciones catastróficas, desde hace años. Hay muchos ejemplos para dar, pero todos los sanjuaninos lo saben.

Hay especies de árboles que se pueden plantar en el suelo provincial que son especiales para su tierra y clima como el sauce llorón, aguaribay, algarrobo negro, palmeras y tipas entre otros. Por eso este es el tiempo en que hay que trabajar desde el Gobierno provincial como todos los municipios para que en esta primavera podamos ver el principio de los frutos que son nuevos árboles con el mantenimiento adecuado.

> Investigación científica y trabajo concreto

En el Valle de Tulum, como en los demás valles sanjuaninos los árboles urbanos contribuyen a mitigar la gravedad de las olas de calor y a mejorar el confort humano en las ciudades, según ha comprobado un equipo internacional de científicos, que publica sus conclusiones en la revista Landscape and Urban Planning. Aunque el aumento de la cubierta arbórea urbana puede contribuir a mitigar la gravedad y la frecuencia de las olas de calor en las ciudades.

Cabe señalar que en una investigación de perspectiva, expertos de numerosos países de varios continentes han revisado el estado actual del conocimiento con el fin de identificar las principales lagunas que existen y proponer un nuevo marco de prioridades de investigación sobre la capacidad del arbolado urbano para mejorar el confort térmico humano en distintos lugares del mundo. Algo que hay que tener en cuenta en San Juan como en otras provincias argentinas semidesérticas.

En este trabajo han realizado una revisión sistemática de la literatura científica relacionada con el potencial de enfriamiento del arbolado urbano para mejorar el confort térmico humano en las actuales condiciones de urbanización y cambio climático.

La revisión realizada indica que el potencial de enfriamiento del arbolado urbano disminuye con el aumento de las temperaturas, aunque las evidencias varían entre las distintas regiones del mundo.

El resultado principal del estudio, informa el Centro Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), es un nuevo marco de prioridades de investigación sobre la capacidad del arbolado urbano para mejorar el confort térmico humano, que requiere, según los investigadores, un esfuerzo colaborativo a escala global de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales.

En síntesis, no hay que esperar a que los dramas como la sequía y la falta de agua aparezcan para declarar una emergencia de la cual no hay certezas de superar.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO