Por Cecilia Barría – BBC News Mundo
Cuando estaba a punto de terminar la secundaria, su abuelo le dijo, sentados en un camión, que pensara en su futuro.
Como la vida del ganadero es dura, le aconsejó que fuera a la universidad y que sacara adelante una carrera para tener una vida más estable y asegurar su futuro financiero. Así lo hizo y, años después, Christian Lovell regresó al rancho familiar en Illinois.
‘Es una pasión, un estilo de vida‘, le dice a BBC Mundo. ‘Ser ranchero no es un trabajo como cualquier otro, es algo que llevamos en la sangre’’.
Con esa misma pasión Lovell defiende a los ganaderos estadounidenses frente al plan del gobierno de Donald Trump de permitir el ingreso de una mayor cantidad de carne de res argentina para que bajen los precios del producto en Estados Unidos.
Lovell, como muchos otros ganaderos estadounidenses, está decepcionado y furioso con la idea presidencial que se viene madurando hace algunas semanas. Esa propuesta, dice, ‘es una traición a los rancheros estadounidenses’’.
‘Sentimos que nos ha vendido a un competidor extranjero, que nos ha dejado atrás’’.
Trump quiere bajar precios de la carne en EE. UU.
Todo comenzó cuando el mandatario estadounidense anunció que su gobierno había llegado a un acuerdo para reducir el precio de la carne de res al consumidor.
‘Estamos trabajando en la carne de res, y creo que tenemos un acuerdo que reducirá el precio’’, declaró Trump, sin dar más detalles.
Unos días después, volvió a referirse al tema.
‘Compraríamos carne de Argentina’’, dijo. ‘Si lo hacemos, bajaremos los precios de la carne’’.
Esas declaraciones generaron una ola de reacciones entre los rancheros estadounidenses, admiradores del presidente.
Lo que se está discutiendo, señala la prensa estadounidense citando fuentes de la Casa Blanca, es la idea de cuadruplicar el cupo arancelario para la carne de res argentina desde 20.000 a 80.000 toneladas métricas.
En medio de la controversia, la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, afirmó que el presidente ‘está en conversaciones con Argentina’’, pero advirtió que el aumento de las importaciones desde el país sudamericano ‘no será mucho’’.
Después de las duras críticas de los gremios ganaderos, la Casa Blanca anunció un paquete de medidas de apoyo al sector, algo que tranquilizó parcialmente la rabia de los productores locales.
Polémica por el rescate financiero
El conflicto se da en medio de otra polémica medida tomada por el gobierno estadounidense: el rescate financiero de Trump, en octubre, al gobierno de su par argentino, Javier Milei, que se basa principalmente en un ‘swap’’ o intercambio de monedas por US$20.000 millones.
Las críticas apuntan a que la administración de Trump debería ayudar a los productores agrícolas y ganaderos estadounidenses, en vez de darle asistencia financiera al país sudamericano. ‘Es una contradicción’’, declaró decepcionado Bill Bullard, presidente de la organización ganadera R-CALF, quien esperaba que las políticas del gobierno desalentaran las importaciones de carne.
¿Bajarían los precios si ingresa más carne argentina?
Economistas expertos en el sector ganadero estadounidense sostienen que la carne de res argentina representa una porción muy pequeña del total de las importaciones de ese alimento: apenas un 2,1%.
en lo que va del año, ‘hemos importado más beef de Uruguay que de Argentina‘, dice David Anderson, economista de la Universidad Texas A&M.

