La comunicación se ha desarrollado de modo que la distancia no impide la inmediatez. El encuentro con el otro es fácil, pero puede pasar que en un ritmo acelerado se ocupe el tiempo en cualquier cosa, no haya tiempo para pensar, la amistad puede reducir su signicado a un trato pasajero, limitado a un ahí transitorio.
La facilidad en la comunicacion puede ayudar en distintas situaciones, el tema es el uso responsable que se haga, puede pensarse si la inmediatez de la comunicación acelerada y constante, sin control ni objetivos claros, como una forma de ocupar el tiempo, puede dificultar verse como es, en su singularidad, ser conciente de sí mismo.
En una situación que se genera en la ansiedad y se llena con cualquier cosa que aparezca, que ocupa la mente, la mantiene fuera de sí misma respondiendo a estímulos, tal vez la singularidad se desdibuje.
No siempre es así, la facilidad en la comunicación puede ser bien aprovechada, incluso generar amistad, aprender a escuchar.
Ayuda a encontrarse a sí mismo, pensar su singularidad irrepetible, es quien es, pero debe pensar su existencia en el sentido de una vida auténtica. Eso significa descubrir el sentido de la vida, cómo responder a las situaciones que se presentan.
Cuando se responde a una situación, se toma desiciones, se asume en la respuesta, responsabilidad.
Libertad bien entendida
En las situaciones que se encuentran en la existencia, se puede encontrar el sentido, la libertad bien entendida te lleva a buscar la responsabilidad de un acto voluntario.
En la dispersión y superficialidad que puede haber en parte de la existencia actual, hay riesgo de no considerar el carácter de responsabilidad de la acción libre, o de que esa consideración no sea suficiente.
En el trato con los otros puede generarse responsabilidad.
Comunicación supera distancias
La inmediatez que genera la comunicación hoy superando distancias, puede desarrollar un medio donde los otros influyan en el sí mismo, pero hay situaciones distintas. Puede llegar a ser uno que hace lo que hacen los otros, no con su identidad, puede asumir identidad variable sin conocerse a sí mismo. En cambio si esa inmediatez se hace una cercanía donde hay encuentro con el otro, que influye en el sí mismo, eso puede ayudar a éste a configurar su identidad, incluso descubriendo en sí mismo algún carácter que no conocía bien, puede cambiar algo en el análisis de sí mismo, sin desconocer su individualidad, su núcleo existencial; incluso puede buscar su individualidad, encontrar su identidad, ser sí mismo.
En ese análisis se puede considerar el futuro.
Enriquecer el conocimiento
Vivir el futuro en el pensamiento nos permite vernos a nosotros mismos, nuestra individualidad, reconocernos en lo que hacemos y en lo que proyectamos para más adelante. En la espera se vive el futuro, en un ahí que se piensa como propio.
Se imagina el futuro y desde ahí se ve lo que ahora vivimos como presente, nos reconocemos.
La comunicación es un recurso desarrollado de tal modo que facilita la información, el encuentro con otros, la transmisión del propio pensamiento; se puede enriquecer el conocimiento de sí mismo, la configuración de la propia identidad.
La otredad tiene influencia en la configuración de la propia identidad.
Por Manuel Castillo
Profesor de Filosofía – UNSJ

