El vapuleado peso argentino probablemente se debilitará un poco más después de la próxima elección de medio término del 26 de octubre, pero no sufriría otra devaluación grande, según un sondeo de Reuters entre analistas financieros. Tras caer casi 20% desde julio, la moneda repuntó la semana pasada gracias a un fuerte aumento de las exportaciones agrícolas originado en un recorte de impuestos temporal para el sector y a una promesa de apoyo económico de Estados Unidos. Sin embargo, el peso cerró septiembre bajo renovadas presiones, ya que los mercados siguen preocupados por la posibilidad de que el presidente Javier Milei no pueda mantener el impulso de sus reformas luego de la votación legislativa que se realizará este mes.
El apoyo de Trump
La potencial intervención de Washington revirtió parcialmente un derrumbe de los activos argentinos desatado en el mal desempeño de su partido en una elección en la provincia de Buenos Aires de septiembre, un tropezón que agitó preocupaciones por una derrota más amplia en los comicios de octubre.
Para el 31 de diciembre la cotización de la moneda fue estimada en 1.463 pesos por dólar, de acuerdo con la estimación mediana de 12 estrategas de divisas sondeados del 26 de septiembre al 1 de octubre.
Si bien esto implicaría una depreciación adicional de 5,7% desde 1.380 pesos, la perspectiva de consenso no refleja expectativas de otra devaluación grande como las de años recientes, en medio de la tormentosa política argentina.
Además, a 1.463 pesos por dólar, el peso seguiría debajo del límite superior de un esquema de bandas objetivo ajustables que el gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril.
“Un desempeño fuerte de los candidatos de Milei (en la elección legislativa) podría aliviar las preocupaciones sobre el respaldo al programa de ajuste, fortaleciendo las condiciones de gobernabilidad y el panorama de las reformas macro”, escribieron los analistas de Goldman Sachs en un reporte la semana pasada.
Recomendaciones del mercado
“La inversa también es verdadera”, agregaron, recomendando la eliminación de todo el sistema de bandas cambiarias después de las elecciones legislativas, para que el peso flote más libremente y mejore la competitividad comercial de Argentina.
Goldman proyectó la cotización del peso a 1.515 pesos por dólar en tres meses, casi exactamente en línea con el límite superior de la banda proyectado para el 31 de diciembre, a 1.516 pesos.
Los analistas de J.P. Morgan notaron en un reporte de la semana pasada que “el tipo de cambio está menos expuesto que en el pasado, ya que la cuenta corriente y las salidas de capitales no son una preocupación, y la dolarización local potencialmente disminuiría después de las elecciones”.
En un año, el sondeo proyectó el peso a 1.655 por dólar o 16,6% más flojo que su valor el martes, aunque dentro del límite superior ajustado de la banda de cotización para ese período.
En tanto, el real brasileño cedería 3,3% a 5,50 por dólar en un año desde 5,32 el martes. El peso mexicano caería 2,3% a 18,75 comparado con 18,31 el martes.
En lo que va del año, el real ha subido 16,2% y la moneda mexicana se fortaleció 13,7%. En cambio, el peso argentino acumula un retroceso de 25,4%.
Por Gabriel Burin
Agencia Reuters

