Una baja de la producción de oro y plata para 2016 llevó a que en el presupuesto local se contemplara una disminución del 8,4 por ciento en lo que el Estado recibirá por regalías mineras, pero las medidas económicas adoptadas por la gestión de Mauricio Macri generan ahora una expectativa distinta en los despachos oficiales. Con el dólar a un 35 por ciento más y la promesa de controlar la inflación, la provincia espera gozar de un incremento real de lo que embolsa por la comercialización de metales. Aunque es difícil de pronosticar por la dinámica de las variables, en términos nominales podrían ingresar casi 90 millones de pesos extra.

La provincia le cobra en concepto de regalías a las grandes empresas mineras (Barrick, Yamana Gold y Troy Resources) un 3 por ciento del valor al que facturan la venta de los metales al exterior. El monto depende del volumen producido por las firmas privadas, de la cotización del oro y del valor del dólar, ya que las exportaciones se hacen en esa moneda.

Para el presupuesto del próximo año, de acuerdo a lo que le informaron las empresas al Gobierno, se prevé que la producción anual de oro baje de 836 mil a 790 mil onzas, es decir una caída del 5,5 por ciento, y que las regalías pasen de 274,7 millones de pesos a 251,6 millones, lo que implica una merma de 8,4 por ciento. El cálculo se hizo en agosto, cuando el dólar oficial todavía estaba a 9,8 pesos y el precio de la onza ascendía a 1.085 dólares.

Sin embargo, a partir de la eliminación del cepo, la divisa norteamericana se fue a 13,3 y el horizonte parece cambiar. “Seguramente que va a ingresar más dinero y eso es muy bueno, pero esperamos que el incremento sea real”, aseguró el ministro de Minería, Alberto Hensel.

En la frase del ministro hay optimismo, porque es casi un hecho que entrarán más pesos a las arcas provinciales producto del ajuste del valor de cambio. Pero también hay prudencia y tiene que ver con el flagelo de la inflación: el dinero adicional se podría licuar si los precios internos siguen subiendo, en cuyo caso el impacto en las cuentas públicas sería inocuo.

Dicho de otra manera, el rendimiento del dinero que reciba el Estado sería el mismo si no se le pone un freno a la escalada inflacionaria. Habría más plata, pero los gastos que cotidianamente enfrenta la provincia también se irían para arriba.

La clave, entonces, para que el incremento sea real y le signifique a San Juan más poder adquisitivo (como a los exportadores de cualquier rubro) es atemperar la suba de los costos. Tras la supresión de las retenciones a la minería y del cepo, con la consecuente devaluación del peso, el equipo económico macrista promete meterse de lleno en buscar una solución para que los precios no sigan escalando de manera alocada.

Los economistas dicen que se irá logrando de a poco y la esperanza es que al término de 2016, haya un saldo positivo. Esto es, que la inflación sea menor al porcentaje de incremento del dólar, de manera que los adicionales que goteen por regalías rindan más.

Por lo pronto, con los valores actuales del dólar y la onza de oro (está en 1.073 dólares), San Juan embolsaría 88 millones de pesos más de lo que se pronosticó en el presupuesto. Siempre por la suba del billete verde, en lugar de 251,6 millones de pesos, recibiría más de 335 millones a lo largo de todo 2016. Claro que es un monto estimativo, ya que tanto el dólar como el metal se seguirán moviendo.

Ese dinero es clave para el patrimonio estatal, porque debe destinarse a la ejecución de obras públicas. Y de rendir, la gestión de Sergio Uñac podría hacer más cosas de lo que inicialmente se proyectó en el esquema de inversión para el año que está por llegar.

El monto recaudado tiene tres destinos. Por los emprendimientos que ya están en marcha (Veladero, Gualcamayo y Casposo), un 33 por ciento va para el municipio donde está enclavado el yacimiento, que también está obligado a aplicarlo a obras de infraestructura, el Ministerio de Minería recibe un 12 por ciento y el 55 por ciento restante va a rentas generales de la provincia.

Los empresarios del sector siguen de cerca la cuestión y también rezan para que ceda la inflación. “Todos estamos esperando que se contenga”, aseguró Jaime Bergé, el presidente de la Cámara Minera. Es que de nada serviría el ajuste del valor de cambio, si los costos que tienen las compañías permanecen en alza al mismo ritmo.