El nuevo esquema cambiario anunciado por el Banco Central (BCRA) reordenó las expectativas sobre la evolución del dólar de cara a 2026. A partir del 1° de enero, el piso y el techo de la banda de flotación dejarán de ajustarse a una tasa fija del 1% mensual y pasarán a actualizarse según la inflación informada por el INDEC con dos meses de rezago (T-2).

El cambio implica una modificación relevante en la dinámica del tipo de cambio oficial, especialmente en lo que respecta al techo de la banda, que hasta ahora venía creciendo a un ritmo inferior al de la inflación. Con la aceleración del IPC en los últimos meses, ese deslizamiento del 1% había generado un atraso en términos reales, algo que el Central busca corregir.

Según precisó la autoridad monetaria, el primer ajuste bajo el nuevo esquema se aplicará en enero de 2026 y tomará como referencia el IPC de noviembre, que fue del 2,47%. De este modo, tanto el piso como el techo de la banda se moverán ese porcentaje, ampliando el corredor cambiario.

En términos concretos, de acuerdo con estimaciones de Federico Filippini, head of Research & Strategy de Adcap Grupo Financiero, el techo de la banda en enero pasaría de aproximadamente $1.536 a $1.556. Hacia abril, bajo supuestos de inflación en línea con las proyecciones del mercado, el límite superior del esquema podría escalar desde la zona de $1.581 hasta cerca de $1.675.

Desde el BCRA explicaron que, dado que las bandas no se ajustan por la inflación de Estados Unidos, el techo del corredor tiende a incrementarse en términos reales con el paso del tiempo. “Las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio”, remarcaron desde la entidad.

El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, señaló que la actualización por IPC no implica un cambio en la trayectoria de la inflación, sino que introduce mayor flexibilidad y previsibilidad en el régimen cambiario. En ese sentido, definió la medida como un aporte para reducir la incertidumbre hacia adelante y anclar expectativas en un contexto de desinflación.

Fuente: ambito.com