El dólar oficial sufrió este jueves su mayor retroceso diario en más de dos semanas, impulsado por el resultado positivo de la última licitación del Tesoro. La divisa norteamericana cayó tanto en el segmento mayorista como minorista, marcando su tercera jornada consecutiva a la baja.

En el mercado mayorista, el dólar retrocedió \$16,5 (1,2%) y se ubicó en \$1.333, mientras que en el promedio de entidades financieras relevadas por el Banco Central, el tipo de cambio minorista se posicionó en \$1.355,63 para la venta. En el Banco Nación, la cotización cerró en $1.345, con una baja del 1,1%.

Este movimiento se dio luego de que el Ministerio de Economía alcanzara un rollover del 114,6% en su última licitación, refinanciando incluso los vencimientos del Bonte que expiraron el lunes. Según analistas del mercado, esto permitió al Gobierno evitar una mayor emisión de pesos, en un contexto de marcada cautela en el frente monetario.

Además, el volumen operado en el segmento de contado superó los u\$s492 millones, mientras que los contratos de dólar futuro también operaron en baja, anticipando un tipo de cambio de $1.334,5 para fines de agosto y de hasta $1.525 para diciembre.

En los segmentos paralelos, el dólar MEP bajó 1,3% a $1.340,58, el contado con liquidación (CCL) retrocedió 1% a $1.341,89, y el dólar blue se ubicó en $1.350, según un relevamiento en la city porteña. Por su parte, el dólar ahorro o solidario —que incluye el recargo del 30%— alcanzó los $1.748,5.

En cuanto al mercado agroexportador, los cerealeros ingresaron más de u\$s120 millones al sistema, y los puertos del Gran Rosario recibieron más de 4.100 camiones en un solo día, lo que representa una suba del 14% interanual en el volumen de ingreso, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Desde el sector financiero advierten que, si bien el resultado de la licitación dio oxígeno al Gobierno, las tasas ofrecidas fueron muy altas —unos 200 puntos básicos por encima del mercado—, lo que podría generar efectos negativos sobre la actividad económica en los próximos meses.

Ahora, la expectativa está puesta en el comportamiento de los mercados tras las elecciones y en cómo impactarán los resultados en la política cambiaria y monetaria del último trimestre del año.