La Lobesia Botrana, popularmente conocida como la polilla de la vid, es la principal amenaza de la vitivinicultura en San Juan ya que puede ocasionar una merma y pérdidas muy importantes en la producción de uvas. Por ese motivo es que la provincia se prepara para una nueva etapa de prevención. Desde este lunes 6 de octubre se pondrá en marcha la campaña aérea de control de esta plaga, que afecta directamente a la producción de uva.

Este ‘bicho‘ produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta y afectando la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Como si eso fuera poco favorece el ataque de diversos hongos patógenos y en la uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos. Además de los daños productivos y de calidad, esta plaga causa graves perjuicios económicos a través de las regulaciones que imponen los países importadores en el comercio internacional.

Los trabajos aéreos se extenderán hasta las 20 horas de los días que demande ya que están sujetos a las condiciones del tiempo. Las primeas jornadas alcanzarán unas 26 mil hectáreas de cultivos distribuidas en los departamentos de Caucete, 9 de Julio, 25 de Mayo y Sarmiento, zonas donde la plaga suele tener mayor presencia.

El problema es muy grave si tenés en cuenta que una mínima acción de la plaga en la uva de mesa la deja absolutamente descartada. En el caso de la pasa termina siendo desechada en la línea de producción, y en el vino es imposible estabilizarlo si ha sido atacado por la lobesia. En tanto en el mosto genera tantos hongos que se hace dificilísimo realizar clarificaciones y estabilizarlo para poder venderlo, con otro problema más grave que provoca que se asimile mucho más el anhídrido sulfuroso‘, explica el Secretario de Agricultura de la provincia, Miguel Moreno.

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Para las aplicaciones se utilizarán productos autorizados por SENASA, clasificados como Banda Verde (Clase 4), lo que garantiza baja toxicidad y seguridad tanto para las abejas como para el medio ambiente. Según informaron desde el área técnica, las tareas estarán a cargo de una empresa habilitada y supervisada por profesionales, que controlarán las condiciones climáticas para evitar riesgos de deriva.

Si bien el operativo se concentrará en fincas específicas, se recomienda a la población y a los productores adoptar precauciones. Entre ellas, cubrir las fuentes de agua, tapar las piqueras de las colmenas y suspender las tareas en el campo durante las fumigaciones, con la posibilidad de reingresar recién pasadas 12 horas.

Las cámaras vitivinícolas se han reunido este año para tomar acciones económicas en conjunto porque el problema es grave. ‘Y en esto debemos unir fuerzas para poder combatirla. Nosotros realizamos las fumigaciones con las que vamos a cubrir toda la provincia, es decir unas 39 mil hectáreas si tomamos en términos absolutos. Pero lo importante es que todos los productores también colaboren y ayudan aplicando productos y feromonas porque es una plaga que no se puede combatir de manera unilateral. Es esencial que el productor entienda la importancia de fumigar para poder mejorar el estatus fitosanitario de la provincia‘, agrega el funcionario.

Por primera vez, se ha logrado establecer un programa que tiene un condimento muy particular. Entidades como el INTA, la Cámara de Comercio Exterior, el Centro de Ingenieros, se han unido para trabajar y mejorar la situación. Además desde la Agencia Fiduciaria San Juan se ofrece una línea de créditos a tasas muy bajas y con un plazo de gracia para que los productores puedan hacer las aplicaciones correspondientes en los vuelos,

El comienzo de esta campaña se da en un contexto clave para el sector vitivinícola, que espera minimizar el impacto de la plaga de cara a la próxima temporada.

La polilla

Se trata de una polilla cuyo alimento principal es la vid, por este motivo se la conoce comúnmente como ‘polilla de la vid‘. Sobre este cultivo desarrolla su ciclo de vida de manera completa, pasando por los estados de huevo, larva o gusano, pupa o crisálida y adulto, en cada generación.
Pasa el invierno como pupa debajo de las cortezas o en los restos de material de poda; las larvas se desarrollan sobre flores, bayas verdes, maduras y en el interior de las mismas. Los adultos colocan los huevos sobre flores y frutos, en grupos de 2 ó 3.
Cada hembra pone alrededor de 100 huevos y una pareja puede generar al final de la temporada aproximadamente 250 mil ejemplares.

Para consultas, los interesados pueden comunicarse con la Dirección de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos al teléfono 264 6239867