Para alquilar un departamento en San Juan es necesario pagar una cuota de 300.000 a 500.000 pesos y en casos de casas van de 500.000 a 800.000 pesos. Con estos precios, los requisitos para firmar un contrato de alquiler se elevan en proporción y muchos clientes están teniendo problemas para acceder a viviendas. Esto se debe a que los recibos de sueldos e ingresos no alcanzan a cubrir los pedidos de los propietarios, aseguraron desde la asociación de inquilinos. Los pedidos habituales, como tres meses de depósito, hacen que algunos deban endeudarse para poder firmar un contrato. Además, están pidiendo garantes que superen tres veces el valor mensual, lo que también se volvió una odisea.

Víctor Bazán, de la Asociación de Inquilinos de San Juan, dijo que desde hace un año la situación ha ido complicándose cada vez más para quienes buscan viviendas. Si bien en la actualidad hay mayor oferta en el mercado, muchos demoran meses en poder conseguir donde vivir, si es que lo logran. Otros terminan cambiando lo que buscan y se van a vivir “a casas más chicas, en zonas más alejadas” para poder cumplir con los valores actuales. Para el referente, se trata de un problema que viene de la situación económica, ya que, si bien siempre se exigieron requisitos, en la actualidad los sueldos no llegan a poder cubrir estos costos para firmar contratos.

El valor de las viviendas marca cuáles son los precios que deben pagar para ingresar a un alquiler. A partir de ahí, todo se ha vuelto más caro, explicó. “Lo que se pide es la comisión en caso de inmobiliaria, un mes de adelantado y depósito”, explicó. Esto puede implicar un mínimo de tres cuotas mensuales, que en caso de un departamento más caro o una casa más barata puede ser de 500.000 pesos. En este caso, pagar tres o cuatro veces ese valor implica desembolsar entre $1.500.000 y $2.000.000.

“Lo que sucede en estos casos es que si es un trabajador tiene que pedir un crédito para llegar al total, lo que endeuda a las familias y hace más difícil a futuro pagar también el valor mensual”, explicó. En algunos casos la tarjeta de crédito es una alternativa. En otros, deben recurrir a pedir un préstamo, mientras algunas familias ya tienen deudas altas.

Otro punto que deben enfrentar es conseguir garantes o tener ellos mismos un recibo de sueldo que los propietarios acepten. “Están pidiendo salarios que tripliquen el costo de la cuota, pero con los sueldos atrasados y cómo aumentan los alquileres por encima de la inflación, es difícil cumplir con este requisito”, explicó. Nuevamente, en caso de un alquiler de 500.000 pesos sería necesario tener ingresos en blanco de más de un millón de pesos y a veces de un millón y medio, además de conseguir dos personas que puedan avalar el contrato con ingresos similares. Esto, explicó, mientras muchos trabajadores no tienen todos sus ingresos el el recibos de sueldo o son monotributistas.

 Esta situación, dijo, ha ido incrementándose durante el último año. Calculan que un 30% de los que buscan alquileres no pueden conseguirlo en los tiempos en los que lo necesitan. Este número, aclaró, se debe a varios factores, como por ejemplo la falta de casas en el mercado, sse uman los requisitos caros. Dijo que entienden la necesidad de los propietarios de asegurarse la capacidad de pago de sus inquilinos. Bazán agregó que en la actualidad el escenario es complejo porque sin una ley no tienen protección y los propietarios “imponen las condiciones y si no alquilan no pierden valor, al contrario, con la suba del dólar terminan ganando”. Agregó que en la asociación lo que más reciben son pedidos de asesoramiento para dar de baja contratos, debido a que hay familias que se van a otras zonas más baratas para poder costear el alquiler.

>La mirada de las inmobiliarias 

DIARIO DE CUYO consultó con Esteban Costela, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, quien explicó que “no han cambiado los requisitos, son los mismos que se piden desde hace al menos 10 años”. Aun así, dijo que sí puede haber una capacidad económica menor en algunos casos, que incidan en casos como los que nombró Bazán. Aun así, dijo que a través de las inmobiliarias no notaron una baja en los contratos. Agregó que estos pedidos de depósitos tienen que ver con que los dueños quieren asegurarse el pago de la cuota mensual.

En cuanto a las herramientas que se están usando en el mercado, dijo que las imobiliarias “que son oficiales, que pagan los impuestos y trabajan formalmente pueden recibir por los honorarios tarjetas de crédito”. Esto, explicó, les permite a los inquilinos espaciar algunos de los pagos que deben hacer a la hora de alquilar.

Además, contó que, en la actualidad, ante la dificultad de encontrar garantes se pueden usar seguros de caución. “Lo hemos implementado en personas de otras provincias, que no tienen conocidos locales”, contó. Se trata de un servicio donde un privado, en general una aseguradora, funciona como garante del contrato y el inquilino le paga una comisión por hacerlo. Este valor puede ser tanto en una cuota como financiado, en los casos en los que así lo acuerden cliente y empresa.