Es necesario activar el modo navideño, todos los comercios ya visten con múltiples objetos. Si hechas un vistazo a tus cajas de adornos navideños lograras la inspiración necesaria de estos tiempos. Decorar temprano mejora el ánimo, multiplica la nostalgia feliz e impulsa la sensación de comunidad, así lo expresan varios especialistas. Por lo tanto, si te hace feliz busca entre tus cosas aquello que deseas rescatar para este 2025, si solo deseas luces, hay infinidad de opciones, si quieres centrarte en lo sustentable, observa la naturaleza y esta te lo brinda. Diciembre es un mes mágico, de alegría, entusiasmo, por eso te damos esta guía para que puedas crear tu propia navidad.
Cómo empezar a decorar la casa con espíritu navideño
Adelantar la deco, funciona de maravillas ya que te permite crear, cambiar y pensar bien que es lo que más te gusta. Las emociones están a flor de piel por lo que debes encender esa llama y contagiar a todos en tu hogar. Colgar guirnaldas, colocar la corona en el portal de entrada, armar centros de mesa, poner luces en el frente de casa, es algo para comenzar y hacer frente al estrés cotidiano. La conclusión es obvia, decorar temprano no es ansiedad, es bienestar y autocuidado familiar.
Dónde poner el árbol de Navidad
La clave está en activar la magia de Navidad sin saturar. El árbol de Navidad es el corazón de la decoración. Elegir bien su ubicación define la energía navideña del hogar y garantiza que la estética fluya. Estas son las claves:
Elegí un sitio visible, pero funcional: El árbol debe ser protagonista, no obstáculo. Proba en esquinas amplias del living, donde el árbol puede lucirse sin bloquear el paso. Junto a una ventana, creando un efecto luminoso tanto hacia el interior como hacia el exterior. Al lado de una chimenea o mueble principal, integrándolo a la composición visual.
Proporción, ante todo: Un árbol muy alto en un living pequeño puede sentirse invasivo; uno muy chico, perdido. En ambientes amplios, se recomiendan árboles entre 1,80 y 2,20 m. En espacios pequeños, la medida justa es entre 1,20 y 1,50 m. Y, en techos bajos opta por árboles más frondosos que altos.
Acceso fácil a un enchufe: Las luces resuelven el 70% de la magia navideña. Asegúrate de que haya un enchufe cercano o prepara una extensión oculta detrás del mobiliario. Nada arruina más el espíritu que cables serpenteando por el living. Las luces resuelven el 70% de la magia navideña.
Deja espacio para circular: Idealmente, el árbol debe estar a un paso de distancia de puertas, pasillos o muebles que se usan seguido. Esto evita desorden, incomodidad e incidentes.
Una pared neutra, cortinas claras o un mueble minimalista detrás permiten que el árbol resalte. Si la pared está muy cargada, el efecto se diluye.
Consejos para decorar
– Incorpora una paleta de color, y evita mezclar todo. Para empezar, debes seguir estos lineamientos.
Empeza por las luces: Son el gesto navideño más sutil y más poderoso. Podes colocarlas en una repisa, en el marco de una ventana, entre las plantas, o en la chimenea. Son toques que crean atmósfera navideña instantánea sin saturar.
Incorpora una paleta de color: Evita mezclar todo. Elegí un concepto: Rojo + verde (clásico). Dorado + blanco (elegante). Cobre + verde seco (moderno). Azul + plata (invernal). Con esa guía, el resto fluye y no falla. Ramas, piñas y velas aromáticas aportan calidez real y equilibran el brillo artificial.
Suma elementos naturales: Ramas, piñas, velas aromáticas con notas de pino, eucalipto o especias, aportan calidez real y equilibran el brillo
artificial.
Arregla la entrada: Una corona y un pequeño detalle (un farol, una guirnalda, un mini árbol) bastan para generar el ‘efecto bienvenida’.
Construí rituales, No hace falta esperar. Armar el árbol en familia, encender las luces cada tarde, sumar un adorno nuevo por año; pequeños gestos que prolongan la ilusión. Pequeños gestos anticipan el espíritu de Navidad y prolongan la ilusión.
– El desarmado es por tradición el 6 de enero, después de Reyes Magos. Pero tu decides si quieres que el brillo continúe. Porque en definitiva, la Navidad ya no es un día: es un estado del alma. Y si anticiparte te hace más feliz, entonces es el momento perfecto para encender la magia.