Boca inició el año con una goleada sobre Argentino de Monte Maíz en el inicio de la Copa Argentina. Fue 5 a 0, y la diferencia podría haber sido mayor de no haber errado varias opciones claras.
La presión de Boca se hizo efectiva desde el puntapié inicial. Con Ander Herrera y el pibe Rey Domenech (la pareja de volantes centrales) parados casi en tres cuartos rival, asfixió en la salida al conjunto cordobés, que tenía como única preocupación no cometer errores de marca y cobertura.
El trámite se tornaba monótono porque Boca con Advíncula por derecha y Saracchi por izquierda buscaban quebrar a la aplicada y prolija defensa adversaria, que cuando recuperaba se sacaba la pelota de encima con pelotazos, que invariablemente recibían los centrales Xeneizes que iniciaban otro ataque.
A los 3m. Merentiel falló un taco en el área chica. Sobre los 9m. Advíncula hizo una diagonal y remató desviado. Monte Maíz sufría la tortura china de la gotita sobre la cabeza. Aún así el conjunto cordobés cuando lograba acercarse al área de Boca ensayó un par remates de media distancia.
La diferencia de jerarquía individual y preparación física aumentaba con el correr de los minutos. Boca no se apuró y sobre los 27m. el arquero Cuesta le tapó un mano a mano a Zeballos, que 5 minutos después dilapidó otra opción clara. Con Herrera distribuyendo y pivoteando en el medio, Boca dominaba pero no podía abrir el marcador.
A los 46m. Aguirre desbordó por derecha y metió un centro que Zeballos conectó de primera convirtiendo el 1 a 0. Un par de minutos más tarde, Merentiel con toque corto metió el segundo sentenciando el partido.
En el segundo tiempo Argentino salió un poco más, pero nunca inquieto a Brey. Y, sobre el final, en seis minutos llegaron los otros tres goles. Janson, Giménez y Zenón completaron la quintina.