Una multitud d 20.000 personas de todas las nacionalidades desfilaron ayer por la capilla ardiente levantada en la basílica de San Pedro para despedir al papa Francisco, cuyos restos fueron trasladados por la mañana desde la residencia de Santa Marta, donde vivía y donde falleció el lunes. El cuerpo se mantendrá insepulto durante tres días antes de su funeral del sábado próximo para que quienes lo deseen puedan presentar sus respetos. De hecho, ante la alta afluencia de personas, el Vaticano se disponía anoche extender el horario de apertura más allá de la medianoche, cuando estaba previsto que se cerrara inicialmente.

La Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice comunicó ayer que “este viernes 25 de abril, a las 20.00 horas, en la Basílica de San Pedro, el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, presidirá el rito del cierre del féretro del Romano Pontífice Francisco, según lo previsto en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis (nn. 66-81)”.

El féretro descansa frente al altar, casi a ras de tierra, en una plataforma de madera con una ligera inclinación. Es una novedad introducida por el propio Francisco, que quiso establecer un ritual funerario más sencillo y decidió que el ataúd no estuviera en un catafalco como ocurrió con Juan Pablo II en 2005 y Benedicto XVI en 2023.

El cuerpo del papa, de 88 años, que falleció hace dos días en sus habitaciones de la casa de huéspedes Santa Marta del Vaticano tras sufrir un derrame cerebral, fue trasladado a San Pedro en una solemne procesión a primera hora del miércoles. Ya la ceremonia de traslado había congregado por la mañana a unas 20.000 personas en la plaza de San Pedro.

Cardenales con gorros rojos, obispos, frailes con velas y guardias suizos con cascos entraron lentamente en la amplia plaza frente a la basílica, mientras un coro entonaba salmos y oraciones en latín y una campana repicaba suavemente. El féretro había partido de Santa Marta y salió del recinto vaticano por el Arco de las Campanas para entrar en la plaza de San Pedro. Cuando el cortejo cruzó la plaza, la multitud que gravaba con sus celulares este momento histórico rompió a aplaudir repetidamente el paso del Santo Padre, una señal tradicional italiana de respeto en este tipo de actos.

“Es como un miembro de la familia. Alguien muy cercano a nuestros corazones, alguien que hizo que la Iglesia fuera muy accesible e inclusiva para todos”, dijo Rachel Mckay, una peregrina británica.

Funcionarios del Vaticano ayudaron a 14 portadores del féretro con guantes blancos y traje negro a subir el ataúd por una pendiente de piedra, antes de que la procesión atravesara las gigantescas puertas de bronce de San Pedro y entrara en el silencioso interior de la iglesia.

Francisco, que acababa de salir del hospital tras cinco semanas de tratamiento por una neumonía doble, apareció por última vez en público el domingo, cuando deleitó a los espectadores reunidos para celebrar la Pascua paseándose por la abarrotada plaza en su papamóvil blanco descapotable.

Al final de la ceremonia formal de traslado del cuerpo del Papa a la basílica, la hermana Genevieve Jeanningros, una monja de la ciudad costera romana de Ostia, lloraba junto al féretro. Jeanningros había recibido varias veces a Francisco en Ostia.

Luego de colocar el féretro en el altar, la multitud fue guiada a través de la nave central de la basílica para acercarse a despedirse. Francisco estaba vestido de rojo, con las manos juntas sosteniendo un rosario y una mitra blanca en la cabeza.

Colas infinitas. El baño de multitudes para Jorge Bergloglio. Hubo largas esperas para llegar hasta él.

Alex Lenrtz, un peregrino estadounidense que se encontraba entre los primeros en hacer cola, dijo que sentía una mezcla de emociones. ‘Es una sensación surrealista… ver el cuerpo y recordar todo lo que representaba es muy importante’.

> Sus reflexiones sobre la muerte

“La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Es un nuevo inicio”, escribió el papa Francisco en un texto inédito que se conocerá públicamente este jueves, tres días después de su fallecimiento. Se trata del prólogo del libro “En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez” del cardenal Angelo Scola, arzobispo emérito de Milán.

La reflexión, fechada el 7 de febrero, cobra un sentido conmovedor y profético a la luz de su reciente partida. “La vida eterna, que quienes aman ya experimentan en la tierra en las ocupaciones cotidianas, es el comienzo de algo que no terminará”, escribió el pontífice argentino, que falleció a los 88 años.

Francisco también hizo referencia a la vejez con palabras profundas: “No debemos tener miedo a la vejez. Decir ‘viejo’ no significa ‘ser desechado’… Decir viejo, en cambio, significa decir experiencia, sabiduría, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud ¡Valores que necesitamos desesperadamente!”.

En su último mensaje escrito, el Papa argentino invitó a vivir esta etapa “como una gracia, y no con resentimiento”.

> Que dijo Vance, el último en visitarlo

El vicepresidente de EEUU, JD Vance, restó importancia a las diferencias políticas entre la administración Trump y el fallecido papa Francisco y dijo que se sentía afortunado de haber mantenido una de las últimas reuniones que tuvo el pontífice católico antes de morir.

Ambos se reunieron brevemente el domingo por la mañana en el Vaticano, mientras Vance estaba de visita en Italia. El Papa falleció al día siguiente.

Vance dijo que reflexionó sobre el hecho de que fue uno de los últimos funcionarios en reunirse con el Papa Francisco, a quien describió como un gran pastor, antes de fallecer.

‘Es una locura, la verdad. Y, obviamente, cuando lo vi, no sabía que le quedaban menos de 24 horas en esta tierra. Creo que fue una gran bendición’, declaró Vance a los periodistas en India tras concluir su viaje a Italia.

“Tuve la suerte de poder estrecharle la mano y decirle que rezo por él todos los días, porque… lo hice y lo sigo haciendo”, agregó.

El Papa fue un duro crítico de las políticas de inmigración del presidente Donald Trump, calificándolas de ‘vergüenza’.

  • Cuánto sale ir a Roma
    Tras la muerte del papa Francisco, aumentó el interés por viajar a Roma para asistir a sus funerales y despedida. Paquetes turísticos a Roma. Del 24 de abril al 5 de mayo (10 noches): $3.658.437 por persona: vuelo con una escala ida y vuelta + hotel 3 estrellas con jardín.