No solo fueron grandes artistas, fueron también los primeros que enriquecieron con su talento, experiencia y pasión la primera institución de educación artística sistemática estatal que hubo en San Juan y que trajo consigo la profesionalización en las disciplinas que allí se impartieron. Se despedían los “50 y de la mano de estos grandes vio la luz el siempre recordado Instituto Superior de Arte (ISA), que en su corta y prolífica vida -hasta 1964- se erigió además como un revolucionario volcán de proyectos artísticos que sacudió la cultura local (y regional) y abrió un nuevo capítulo en la historia del arte de la provincia. Esos fundadores, directivos y docentes de esta escuela señera -sobre la que abundan ricos trabajos de investigación- comenzaron a impartir clases de artes plásticas, música, danza y teatro en los precarios talleres que había montado el gobierno en el Parque de Mayo, entonces desocupados. Allí funcionó este Instituto que tuvo como ícono a “El Globito”, inolvidable teatro de cámara que en el “63 se erigió en su seno (ver cabezote). Más de seis décadas después, conciente de la valía del ISA y de quienes le dieron vida, es que el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson -dirigido por Emanuel Díaz Ruiz- encaró un trabajo de investigación sobre el Instituto y especialmente sobre el grupo de once pioneros que llevó adelante el departamento de Artes Plásticas. A tal fin, un equipo liderado por Silvina Martínez -Profesora Extraordinaria Emérita de la UNSJ- y Eduardo Peñafort -Doctor Honoris Causa de la UNSJ- se sumergió durante largos meses en la recopilación y clasificación de documentación histórica inédita del ISA y de la obra de estos creadores para conformar una exposición única que inaugura hoy. “ISA – Hito en el arte de San Juan” se alza como agradecido tributo a estos valuartes, sanjuaninos algunos, otros de distintas provincias e incluso llegados desde Uruguay y Europa: José María Pineda, Federico Blanco y Nello Raffo -el trío fundacional principal-; Justo Barboza y Leonor Rigau de Carrieri -los únicos protagonistas vivos-; Polo Suárez Jofré, Ernesto Saunier (de quien hay poco registro), Luis Quesada, Mario Pra Baldi, José Vilanova y Miguel Ángel Sugo; quienes luego se incorporarían a la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento (que absorbió las áreas de Música y Artes Plásticas, perdiéndose las demás) y después, la mayoría, a la Universidad Nacional de San Juan.
“Sí, es un homenaje a todos los profesores que actuaron en esos años cuando un viejo sueño se hizo realidad; tanto a los que tuvieron a su cargo los diferentes talleres, como a quienes dictaron las materias complementarias, en el Preparatorio (Carrera de Maestros de Dibujo) y en el Superior (Carrera de Profesores de Artes Plásticas). Y por supuesto a los primeros directores: Pineda y Blanco”, comentó a DIARIO DE CUYO Martínez, quien subrayó que fue un “arduo trabajo” en conjunto con el director del Museo y los integrantes del área de investigación, ubicar a quienes conservan sus creaciones. A su vez, la curadora explicó que se trata de un corpus para nada homogéneo, “salvo algunas concordancias”, que justamente refleja sus propias personalidades y búsquedas, “lo que hace mucho más interesante el conjunto, mostrando cómo los estudiantes pudieron abrevar de diferentes estilos artísticos y modalidades de enseñanza”. Según la exdocente -que empezó a estudiar allí a los 13 años, se recibió de Maestra de Dibujo y a 16 inició los estudios superiores- “el ISA no solo ha marcado un hito en la historia del arte sanjuanino como institución, sino también un renovador camino para el arte de la provincia. Estos artistas/docentes fueron y siguen siendo piezas claves para el desarrollo cultural de la provincia en el campo de las artes visuales”.
“El ISA fue la base de toda la actividad artística y el lugar de refugio de los artistas. Fue una experiencia única y el antecedente de la profunda actividad de extensión a la comunidad que se ha hecho en las instituciones educativas artísticas de San Juan”, redondeó Peñafort acerca de este legado extenso y abierto en el cual, a partir de hoy, se puede bucear un poco más.
(1921- 1991)

(1931-2023)
(1931)
(1936-2016)
(1913-2003)
* PARA AGENDAR
Inauguración: Hoy, 20h, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, entrada gratuita.
Sala 1: BienalSur: Fragmentar la obsolescencia. De cómo la Tierra se parece al cielo. Curadora Clarisa Appendino
Sala 2: Alberto Delmonte y el entorno torresgarciano. Curadora María Cristina Rossi
Sala 3: Instituto Superior de Arte. Hito en el arte de San Juan. Curadores Silvina Martínez y Eduardo Peñafort
Foyer: Stimmungsbilder Karl Oenike. Pintor y fotógrafo viajero en Argentina, Paraguay y Brasil (1887-1891) Curadores: Inés Yujnovsky y Roberto Liebenthal.
- LA PALABRA DE LOS CURADORES
Silvina Martínez
En el ISA se vivía un clima especial, fraternal, con gran integración entre profesores y alumnos; reinaba un ambiente de trabajo, creatividad y colaboración. Tenía algo de mágico, no solo por estar sumergido en el arbolado parque de entonces, con sus lagos, su frescura y su misterio; sino porque el plan de estudios era muy original. Se respiraba vanguardia y libertad de expresión. Los métodos de enseñanza eran muy modernos para la época, los directivos y el plantel docente se preocuparon por introducir contenidos y metodologías del estudio muy actualizados. A pesar de que la infraestructura era precaria, se desarrollaban propuestas que nada tenían que envidiar a los centros artísticos de avanzada. Considerando que fue el primer intento en San Juan de convertir los estudios de arte en algo sistemático, la lucha no fue fácil dentro de la conservadora sociedad sanjuanina que se resistía a considerar de importancia una actividad como ésta. He visto y he participado del esfuerzo y la dedicación de los maestros, luchando por espacio, presupuesto y reconocimiento a la labor realizada.
Eduardo Peñafort
“ISA. Hito del arte en San Juan’ pone de relieve que la educación artística forma parte de la historia del arte porque es una vía de transformación de las condiciones de la creación artística. Los efectos son increíbles, porque fue una institución que reunió maestros autodidactas o formados en universidades foráneas y toda la novedad de lo que estaba pasando en los años “50 y “60 en el arte mundial y argentino. De esta manera fue el nexo con la contemporaneidad global y la creación de un espacio de libertad para que los creadores pudieran experimentar todos los lenguajes artísticos. Después del ISA ya nunca más hubo una situación de desconocimiento de los grandes movimientos artísticos que estaban pasando en el mundo. Fue una época de grandes transformaciones, el ISA fue una de ellas y fue la causa de toda la modernización del arte en San Juan.

