La escasa efectividad demostrada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para lograr un alto del fuego en los principales conflictos bélicos declarados en todo el mundo, como el de Rusia con Ucrania, o el de Israel contra Palestina, es una muestra de la necesidad que existe de que todas aquellas naciones de buena voluntad, que están solicitando una tregua o la terminación de esas guerras, se aúnen en una acción generalizada para exigir ese propósito de una manera absoluta y contundente.

La situación en el mundo es preocupante con más de 10 conflictos bélicos graves, al que se acaba de sumar la tensión que se vive en estos días en el Caribe, donde Estados Unidos y Venezuela llevan varias semanas de provocaciones bajo el temor de que las amenazas acaben en un enfrentamiento militar de grandes de grandes dimensiones, que terminen por instalar otro foco de conflicto bélico en Latinoamérica.

Hay que tener en cuenta que durante 2024, más de cien países de todo el mundo tuvieron su cambio de autoridades, lo que se preveía la constitución de un nuevo orden de naciones dispuesto a trabajar por la paz mundial, uno de los mayores desafíos globales que no han podido superarse hasta el momento por los intereses y tozudez de líderes de países hegemónicos que pretenden por la fuerza alcanzar objetivos de dominación sin tener en cuenta el sufrimiento de los pueblos involucrados.

Conforme a declaración de varios mandatarios, entre ellos el presidente electo de EEUU, Donald Trump, existe el consenso necesario para trabajar en favor de la paz mundial implementando estrategias que lleven, si es necesario, a aplicar duros castigos de la comunidad internacional a aquellos países en guerra que no estén dispuestos a reconsiderar sus posiciones e intentar llegar a acuerdo de paz que den por terminados los conflictos.

Si bien el mundo afronta en estos momentos varios desafíos globales como puede ser el hambre en varias regiones del planeta; el cambio climático que está afectando a varias áreas vitales y las migraciones que implican precariedad para las familias que dejan sus lugares de origen, el tema de las guerras y el desarme de las grandes potencias es uno de los asuntos más preocupantes, ya que de ello depende el futuro del planeta.

El objetivo debe ser uno solo, aunar esfuerzos entre todas las naciones del mundo para lograr algo que hasta ahora no se ha conseguido: exigir que las naciones en conflicto depongan armas e inicien un proceso de diálogo si no quieren someterse a que el mundo entero los excluya, sancionándolos económicamente y cortándole toda vía de contacto con el resto de las naciones.

Respecto de las guerras hay que tratar por todos los medios, en cada uno de los países, inculcar el deseo de vivir en paz, como una forma de asegurar una mejor calidad de vida y el progreso de las distintas comunidades.