Hace ya muchos años que Ignacio Sánchez Mestre se fue de de San Juan, arengado por esa juventud ávida de nuevos horizontes y desafíos. Finalmente se radicó en Buenos Aires, donde su talento como autor, actor y director le permitió insertarse en el ambiente, que reconoce su nombre y su sello. También formó su familia, junto a la conocida actriz Pilar Gamboa. Sí, pasó de todo; y lo que pasó también es que aquel “ser sanjuanino’ que había dejado kilómetros atrás comenzaron a aflorar y a conectarlo como nunca con lo que jamás dejó de ser suyo. Recuerdos, vivencias, frases, personas, de forma más o menos intencionada comenzaron a ser parte de sus producciones, una idea, un disparador… La pandemia y su debut en la paternidad no hicieron más que potenciarlo y en ese marco nació “Lo tejió la Juana’, obra de teatro con fuerte tonada local (literal, ya que la mayoría de los actores son comprovincianos) que estrenó en Buenos Aires en 2023 y que luego de abrir telones con éxito, llegará este mes a la Sala Auditórium del TB (ver aparte), con patrocinio de Fundación Banco San Juan a través de la Ley de Mecenazgo. Un regreso movilizador, y no porque haya pasado mucho tiempo sin pisar esta tierra adonde vuelve cada verano, en la que ya presentó La savia, con Mirta Busnelli (2017). Es mostrarle a San Juan otra creación suya, una muy sanjuanina y autorreferencial, que además es la primera propia donde actúa.
– ¿De dónde viene Lo tejió la Juana?
– Es una obra que parte de mis recuerdos de infancia y como los personajes son sanjuaninos, convoqué a actores y actrices de San Juan, me parecía que había algo de ese “ser sanjuanino’ que no se tenía que actuar, sino simplemente ser. Para ser mi prima en la ficción llamé a mi prima de verdad, Pilar Mestre; también busqué a Juan Francisco López Bubica, que es muy amigo de ella y al que había visto en otras obras; y a Fede Busso, que también vive en Buenos Aires. Luego hay dos personajes de Buenos Aires y Córdoba, que hacen actrices de cada lugar, como para respetar las identidades.
– Con mayoría local, no podía no venir a San Juan…
– Todos los que la venían a verla nos decían “Che, tienen que llevarla a San Juan’ y nos moríamos de ganas. El Teatro del Bicentenario ya nos había invitado y no teníamos cómo costearlo, pero nos inscribimos en Mecenazgo, fuimos seleccionados y nos dio la posibilidad de cubrir la gira.
– ¿Te moviliza de manera especial esta vuelta?
– Es re movilizador porque si bien es una obra dedicada a la familia en sí, los verdaderos protagonistas van a estar en las butacas, porque van a ir mis tíos, mis tías, mis primos… Parto de algunos recuerdos, casi todo es ficción, pero igual es gracioso y emotivo que estén ahí.
– ¿Cómo llevaste lo de ser director y actor?
– Vas aprendiendo que podés dirigir desde adentro. En los ensayos vino muy bien la mirada de mi asistente de dirección, Nina Horowitz, también filmé ensayos, mi productora María La Greca ayudó bastante y abrimos ensayos a directores que admiro… Con el correr de las funciones te das cuenta que generás ciertos mecanismos desde adentro, también con la actuación, nos entendemos y funciona.
– ¿Sentías que era necesario estar ahí?
– Al personaje al que le pasa todo es El Negro, que soy yo, así que no podía hacer un paso al costado; y también me daban ganas de probar. Hice como cinco obras antes, pero siempre actué en obras de otros y sentía que estaba todo dado para la prueba. Me fui de San Juan a los 17, cuando terminé el Central, reconvencido de que no era el lugar donde quería vivir. Estudié, empecé a hacer mis cosas y cuando fui papá en pandemia lo único que quería era volver a San Juan. Ahí surge la escritura de la obra, como una necesidad de volver a las raíces, aunque sea por un rato. Aparecieron muy fácilmente todos los recuerdos que tenían que ver con ser de San Juan. La obra es una mezcla de un montón de sentimientos que tal vez se atravesaron en esa época.
– A la distancia ¿Es un reflejo de ese momento o lo pudo trascender?
– Creo que todo se va transformando, que fue el disparador y después termina resonando con muchos momentos. Ahora le toca ir a San Juan y veremos qué le pasa a la obra allá, porque también se construye con la mirada ajena.
– ¿Esperabas que algo tan localista pudiera tener esa repercusión en Buenos Aires?
– Acá vive gente de muchos lugares, venía público de Mendoza o de Córdoba por ejemplo, y nos decía “Están hablando de nosotros’. Y creo que al público porteño también le gusta ver esto más de ciudad chica y otra manera de hablar, porque la tonada sanjuanina está bastante marcada. Además indaga en los límites en el teatro: yo la escribí, soy el actor, el director… algo de eso hay también, habla de este mecanismo, no solo contar una historia sino también ver cómo contarla.
– ¿Es un planteo frecuente en tu trabajo?
– Por lo menos busco que la obra me entusiasme creativamente, para no estar en procesos que ya transité, para lanzarme a lo desconocido. Prefiero eso a lugares cómodos y seguros. Y está bueno que cada función traiga algo nuevo, ojalá también pase en San Juan.
– ¿Qué esperás?
– Espero que se diviertan, que se emocionen, que la pasen bien, que en estos momentos ya es un montón.
– Instaladísimo en Buenos Aires ¿Era lo que buscabas cuando te fuiste?
– Sí, pero también disfrutamos mucho ir a San Juan. Todos los diciembres nos instalamos en Ullum y es el mejor plan del año. Estar lejos sirvió para valorar la vida sanjuanina. A veces nos dan ganas de quedarnos mucho tiempo, los chicos la pasan muy bien, hay algo de la infancia en San Juan que es muy lindo. Además están mis hermanos, primos, sobrinos, mi familia es bastante clan, siempre nos juntamos a comer y somos un montón. Cuando Manu estaba en sala de 3, la maestra observó que cuando le explicaban algo él decía “¿Ah?’ en vez de “¿Qué?’ y Pilar les dijo “Es por el padre, que es sanjuanino’ (risas). Y Anita, que tiene dos y medio, cuando vuelve usa mucho los artículos, que acá no se usan. Y son fanáticos del membrillo. A Pilar también le encanta la provincia y le sale muy bien la tonada sanjuanina. Bueno, ella conocía bastante porque filmó algunas películas allá, entonces no es que traje algo nuevo a su vida, sino algo que ya conocía y le gustaba…
– Se nos fue un sanjuanino a Buenos Aires, pero trajo tres más ¿Ganamos la pulseada?
– ¡Sí, claro! Hemos ganado todos.
* PARA AGENDAR
“Lo tejió la Juana”, viernes 21 y sábado 22 de marzo, 21:30 hs, Sala Auditórium del Teatro del Bicentenario. Entrada $12.000, por tuentrada.com y en boletería.
Sinopsis: Dos hermanos acaban de perder a su madre y deben tomar una decisión crucial sobre su hogar familiar. La obra intenta tomar algunas algunas memorias personales del autor para transformarlas y entregarlas a los personajes que habitan esta historia sanjuanina.
Actúan Pilar Mestre, Juan Francisco López Bubica, Maitina De Marco, Paula Trucchi, Federico Buso e Ignacio Sánchez Mestre. Dramaturgia y dirección, Ignacio Sánchez Mestre.
Título de la compañía Las Savias (integrada por Laura Copertino, Lara Sol Gaudini, David Seldes, María La Greca y Sánchez Mestre), que ya estrenó La Savia y Para partir.

