Rosa Vargas no pudo contener las lágrimas cuando vio salir de la capilla la imagen de San Cayetano. Es la primera vez que asistió a la procesión en honor a este santo, y lo hizo para pedirle que bendiga a su hijo para que no pierda el trabajo. Fue una de los nuevos devotos que ayer participaron de las fiestas patronales del patrono del pan y del trabajo. Y tal como lo predijo el padre José Nieto, a cargo del templo, este año más feligreses se sumaron a esta demostración de fe, superando los 2.000 que lo hicieron el año pasado. Unas 2.300 personas, según datos de la Policía, peregrinaron junto al santo.
‘Mi hijo trabaja en una empresa constructora y corre peligro de quedarse sin trabajo porque se pararon algunas obras. Por eso decidí venir a la procesión de San Cayetano para pedir que lo bendiga. Es la primera vez que lo hago y sentí una gran emoción cuando vi su imagen’, dijo Rosa Vargas.
Como ella, fueron muchas las personas que ayer decidieron acercarse a este santo por primera vez o de volver después de muchos años. Tal lo como predijo el padre Nieto cuando comenzó la novena. El sacerdote dijo que vio muchas caras nuevas durante las misas de los 7 de cada mes, debido a que la gente tiene temor a no encontrar o quedarse sin trabajo. Y que por eso suponía que este año, más peregrinos participarían de las patronales.
Dos horas antes de la procesión, los fieles comenzaron a llegar al santuario del Barrio Industrial, en Chimbas. Y desde entonces se formó un interminable fila con quienes quisieron ingresan al templo para tocar la imagen del santo. Fue tanta la concurrencia que la fila se mantuvo casi intacta hasta que comenzó la procesión en la que se destacó el reparto de bendiciones para todos los presentes.
Como todos los años, la familia de Elena Rosa Trigo repartió gratis entre la gente la tradicional estampita de San Cayetano con un pancito bendecido. En esta ocasión hizo 2.000 de estos souvenir que resultaron pocos para la cantidad de fieles presentes. Pero, el resto recibió bollitos de pan, pañuelos blancos o banderas amarillas y blancas, también bendecidos.
Arrancó la procesión y, en esta ocasión, la imagen de San Cayetano fue transportada por los excombatientes del Operativo Independencia, clases ’53 a ’59, en el primer tramo del trayecto.

