Durante las últimas exposiciones de Agroactiva y Expoagro que se realizaron en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, respectivamente, la mayoría de los asistentes quedaron asombrados por el gran avance tecnológico experimentado por el agro argentino en sus distintos rubros, a través de la incorporación de variados equipos destinados a optimizar la producción obteniendo calidad y mayores volúmenes, en busca de una mejor comercialización.

San Juan no debe quedarse atrás en esta carrera de incorporar tecnología para sus distintos cultivos. Los productores deben abandonar las viejas técnicas y recurrir a los organismos e instituciones destinadas a apoyar la agricultura y la ganadería, a fin de recibir asesoramiento y también recursos que hagan posible la transformación de esta actividad hacia el Agro 4.0, como se lo ha denominado, ante el advenimiento del desarrollo tecnológico.

El INTA es una de las instituciones que trabaja arduamente para demostrar al sector productivo de la provincia que se puede y se debe avanzar en el uso de la tecnología mediante la aplicación de la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías digitales en rubros como la vitivinicultura, la olivicultura y hasta la ganadería.

En cada una de estas áreas la IA es capaz de resolver muchos problemas existentes y mejorar considerablemente los niveles de producción. A partir de esta tecnología se está comenzando a generalizar el uso de drones, tanto para el sembrado de algunos cultivos como para fumigación y controles sanitarios que requieren las plantaciones.

Esta tecnología también puede hacer que se empleen apps móviles para distintos usos, se implementen nuevos sistemas de riego inteligente y el mejoramiento genético de plantas como por ejemplo en las de olivo, en el que se viene trabajando a través de institutos de investigaciones oficiales y privados.

El futuro no se concibe sin un desarrollo tecnológico y eso es lo que la provincia está necesitando para consolidar su posición como productora de una serie de cultivos que no es necesario que se destaquen por sus grandes volúmenes de producción para su comercialización, sino por su calidad, que es uno de los aspectos que se deben promover para competir en igualdad de condiciones con las otras regiones del país.

Se ha dicho en otros ámbitos que la incorporación de la IA al sector agropecuario ya no es una posibilidad futura, sino un proceso en marcha. Para esto hay que capacitar al personal de las respectivas unidades productivas como fincas o bodegas en el aprovechamiento de la IA, con el objeto de obtener cada vez mejores resultados en medio de este proceso de desarrollo que ya se ha puesto en marcha.