Algunos pueden signarlo de un tributo más, o de un homenaje musical. Pero hay algo mucho más profundo que Andrea Prodan llega a transmitir en el escenario. Él mismo define a ‘Bowie ReMembered’ (Recordando a Bowie) como un ‘agradecimiento lleno de pasión’, por el sentimiento artístico que le genera su obra y porque su influencia sonora continúa vigente. Este espectáculo hará su debut en la provincia, en el Teatro Oscar Kümmel este viernes 25 de abril, luego de una larga espera para sus seguidores. No estará solo, sino que lo acompañará Diego Kurz, Guido Pérez Fantini, Alejandro Flores y Dano Digón en la puesta que promete algunas sorpresas. El hermano menor del histórico Luca (líder de Sumo) se crió y creció escuchando a Bowie desde los años 70 y 80, transitando todas sus etapas. Actor de cine, compositor y músico nacido en Italia pero radicado en Argentina, Andrea Giovanni Prodan ideó este show donde hay mucha teatralidad en escena donde explora lo mejor de la discografía de Bowie, sus facetas y sus personajes. El show viene girando por Buenos Aires, Mar del Plata y Mendoza, ahora será el turno de San Juan y en esta entrevista con DIARIO DE CUYO, contó todos los detalles.

– ¿Por qué más que un ‘tributo’, preferís llamarlo un ‘acto de amor’?
– No tengo problema con la palabra tributo u homenaje. Porque las dos son válidas por esto que hacemos, pero a veces, las palabras se ponen trilladas. Hay muchas bandas que hacen tributos a otras bandas. Siendo hermano de Luca, sé que hay tantas bandas que hacen tributo a Sumo que me mareo. Pero en el caso nuestro, es particular, el amor de Bowie nace a raíz de un show homenaje que vi de Adrián Belew, el guitarrista mítico de King Crimson, Zappa, Talking Heads y del propio Bowie. Ese recital fue tan impresionante y quedé tan entusiasmado, que me hizo sentir un pibe de 17 años. Entonces me dije ‘tengo que armar una banda argentina con músicos argentinos y que tengan muchas ganas de tocar Bowie’. Así fue, que contacté a los hermanos Alejandro y Diego Kurz que ellos ya habían tocado temas de Bowie anteriormente y tienen el fuego sagrado para esto. Así nació este espectáculo y esta banda que suena como una Ferrari.

– ¿Hay seguidores en Argentina de Bowie, que trascienda los círculos de culto y de los melómanos?
– Cuando fui a ver la banda de Belew en Buenos Aires, había espectadores jóvenes y otros mayores. La platea era muy interesante y la verdad me di cuenta que para nosotros, no es tan importante la cantidad de gente que pueda vernos, sino que nos importa quienes vienen. Además, en estos años se corrió la voz que sonamos muy bien y es hermoso que haya un público buen entendedor. Sin embargo, nos curiosidad para llegar a otros espectadores y que descubran la increíble variedad que Bowie propuso en su carrera. Él ha sacado muchos discos que fueron vanguardia en su momento, entonces intentamos cubrir un espectro musical fascinante y que hasta el día de hoy, la música de David Bowie sigue siendo innovadora.

– Bowie se destacó también al frente de Queen en un tiempo y en el cine, con la película Laberinto fue notable como villano. ¿Qué huella dejó para vos en la cultura popular?
– Admito que no vi Laberinto, pero sí lo he visto actuando en otras películas. Particularmente no me pareció tan destacable como actor, pero sí lo aprecio mucho como músico. por su capacidad de inventiva de nuevos mundos sonoros. En 1987, en una cancha de Roma cuando fui a verlo en vivo, estuve en uno de los peores shows que he visto en mi vida (se reía) aunque suene muy loco lo que diga, porque tenía un despliegue impresionante de fuegos de artificio, de efectos, de bailarines, cosas muy norteamericanas y yanquis que no me gustaban. En cambio, crecí con un Bowie más íntimo e inquietante. Lo interesante es que tras esta etapa mundial de los 80, se volvió más a lo suyo y demostró ser un gran músico, porque se vinculó a su ser más auténtico y no tanto a la estrella de rock. Siguió sus instintos, gozó de una gran fama y colaboró con Queen y otros como The Cure. Creo que nunca quiso ser encasillado y fue su obsesión. Lo logró, en vida quebró los clichés y las banalidades. Creo fue un artista que supo transitar muchos caminos, igual que a mí, le encantó la literatura. Fue un gran lector pero no me quiero meter en sus zapatos. Y también admiro su gran sentido del humor.

– Entre vos y Luca, ¿siempre tienen que hacer los medios comparación? ¿ambos pensaban o miraban al mundo igual?
– Luca era 9 años más grande que yo, él pertenecía a una generación que quebró con muchas costumbres del pasado, la de los hippies. Vivió en armonía con la paz y el amor. Después vino una época más dura cruzada por el punk rock, es ahí donde yo pertenezco. Pero ambos poseemos en común un profundo amor por el rock en todas sus facetas. Más que un hermano mayor, Luca fue una guía. Tuve la suerte en seguirlo en muchas cosas geniales que él me introdujo y fueron importantes. En un punto pertenezco a una generación más adrenalínica, que fue el punk. Cuando me comparan con Luca, no creo que haya tanto para hacerlo porque cuando toco con Romapagana -mi otra banda- habla por sí sola. Es una banda energética y bien rockera. A diferencia de Sumo que tenía reggae y estaba basada en la marihuana, Romapagana no toma drogas, pero tiene un espíritu más ‘anfetamínico’, más punk y new wave (ironizaba). Lo que sí nos une con Luca, es nuestra educación, el sentido de humor, la mezcla de culturas, el acento escocés, italiano y argentino.

– ¿Qué más te conecta con la cultura argentina?
– Una de las cosas que sentí cuando volví a Europa, es que extrañé la vida argentina. No era lo arquitectónico de Buenos Aires, tampoco las cataratas del Iguazú o el Valle de la Luna. Me di cuenta que es su gente, los argentinos tienen un elemento muy humano que se fue perdiendo en Europa. Es el sentido de la amistad, esa cosa comunitaria de los argentinos. Cómo Argentina está distanciada de los grandes centros económicos del mundo, en eso hay algo de bueno. En Europa la vida es mucho más dura y fría, porque ha copiado mucho la receta norteamericana. Aquí hay algunos problemas con eso, dado que hay cosas de la cultura estadounidense que son dañinas, no obstante, Argentina mantiene intacta sus costumbres. Por ejemplo, el mate, que es genial, contemplativo y amistoso.

> DATO
Bowie ReMembered. Viernes 25 de Abril. 22 hs. Teatro Kümmel (Mendoza sur – Rawson). Entrada general: $15.000. Anticipadas en EntradaWeb. Banda invitada: Cuentos Cortos.