Sí, es una afirmación cada objeto de este material hace de los espacios un ambiente cálido y natural. Es necesario saber bien cómo combinarlo, dónde utilizarlo y crear ese concepto fresco en cada espacio. Y, es que estos materiales como el yute, el cáñamo, el mimbre o las algas son los preferidos para añadir tanto en lámparas o cestas, pequeños objetos decorativos, como en otros más funcionales, como alfombras, y en hasta piezas de gran tamaño, ya sean sillas, mesas o cabeceros, etc. Una variedad interminable. Sin embargo, hoy son protagonistas de los interiores durante todo el año, gracias a su calidez, a su naturalidad y a su resistencia. Ratán, mimbre, yute, sisal, esparto, médula, bambú, todo un repertorio de fibras para elegir.
> Su origen está en la tradición
Relacionamos los muebles de mimbre y fibras naturales con la casa de nuestra abuela o aquella del pueblo en la que pasabas los veranos. Y es que estos materiales naturales nunca han perdido su protagonismo en los espacios rústicos, donde son los auténticos protagonistas. En la actualidad, hay novedosos diseños con un estilo más sobrio y estilizado que se han colado en otras tendencias decorativas, más modernas. Y son capaces de ostentar la misma fuerza.
– Su frescura es innegable
Una de las principales características de las fibras naturales es el look fresco que aportan a cualquier ambiente. Y esto funciona incluso cuando no es el material más predominante en la decoración. Una cesta de mimbre, unos salvamanteles individuales de sisal en la pared o una lámpara de yute son piezas capaces de llevar un toque refrescante a cualquier estancia de manera discreta.
– Aportan la calidez que buscas
Se destacan también por su capacidad para encajar en cualquier tipo de decoración y sumar calidez. Esta versatilidad hace que pequeños adornos de fibra queden bien hasta en los espacios más modernos, en los que consigue subir la temperatura sin condicionar el estilo decorativo. Incluso son ideales para piezas más voluminosas, como un mueble con puertas de cannage.
– Matices cálidos en complementos
Si te parece demasiado arriesgado incluir grandes piezas y no sabes por dónde empezar a decorar tu casa con fibras naturales, comienza por los complementos decorativos. No tienen por qué ser ni demasiado grandes ni demasiado llamativos. Un pequeño adorno de yute o sisal sobre una consola tiene mucha más fuerza de la que imaginas, y es capaz de llevar sus propiedades cálidas en pequeñas, pero potentes, dosis.
– Saben a verano
Aunque las fibras naturales quedarán bien en tu casa en cualquier época del año, es en verano cuando más apreciamos su belleza. Es que los muebles y complementos son capaces de contagiar su carácter relajado a la decoración de nuestra casa, con un resultado refrescante y cálido. Ese aspecto desenfadado es perfecto para una casa de campo o de veraneo, donde el tiempo pasa a otro ritmo, más sosegado.
– Un look más ‘boho’ con grandes piezas
Si quieres conseguir un look boho en el dormitorio o el salón, apuesta por grandes piezas de fibra natural. Una butaca de mimbre es un buen lugar por el que empezar. Este tipo de muebles, relegados durante años a terrazas y jardines, han conquistado también el interior de nuestras casas gracias a su versatilidad, aspecto cálido y comodidad. Para conseguir un aspecto boho añade más elementos de fibras, como un puff de sisal, una alfombra de yute y algodón y una gran lámpara de ratán. Añade unos textiles estampados y colores cálidos.
– Del salón al dormitorio
En este ambiente donde prima el relax y la desconexión, este material hace la estancia más íntima. Si quieres que sean protagonistas, incluye en la decoración un cabecero de cannage. Los hay con diseños increíbles, capaces de robar todas las miradas. Si quieres debutar con elementos más discretos, que sea mediante la alfombra.
– Pasando por el baño
Aunque las fibras naturales no son muy amigas de los ambientes húmedos, sí que puedes llevarlas al baño mediante pequeños complementos de orden, como cestas y cajas. Su presencia cumplirá un doble objetivo: no solo dará la calidez, sino que también contribuirá a ayudarte con el orden. Puedes utilizarlas a modo decorativo y guardar en ellas las toallas, el papel higiénico o los productos de higiene personal.
– En la cocina
Otro de los espacios de la casa es la cocina. Hay muchas maneras de llevar este material al corazón de nuestra casa y una manera sencilla es mediante una lámpara de techo sobre la zona del office, tanto si es una mesa de comedor aparte como si está adosada a la isla. También puedes incluirlas mediante las sillas o los taburetes de la isla. Otro detalle pequeño es con cestas de mimbre u otras fibras naturales que, además de aportar esa calidez de la que ya hemos hablado, te ayudarán a tener una cocina más ordenada.
– El lugar donde más lucen
Los muebles y complementos de fibras naturales han sido las protagonistas de terrazas y jardines durante años. ¡Y ahí se mantienen! El toque relajado que aportan este tipo de piezas es ideal para esas zonas de exterior de las que hacemos uso sobre todo cuando llega el buen tiempo. Ahora, ten en cuenta que las fibras naturales pueden estropearse al estar a la intemperie, de manera que deberás protegerlas de la lluvia y guardarlas durante el invierno para que no se estropeen.
> Una larga lista de ventajas
Los elementos de fibras vegetales reúnen un sinfín de ventajas que los hacen muy recomendables para decorar nuestra casa. Y no solamente las residencias de verano, sino también el salón de nuestra vivienda habitual, el dormitorio o el cuarto de los niños.
– Para empezar se trata de un material resistente y duradero, que soportará el trote de la vida diaria y cotidiana.
– Son piezas versátiles, cuyo material tiene infinidad de aplicaciones: muebles, alfombras, lámparas, etc.
– Aporta a la decoración un toque natural y cálido.
– Combina con cualquier otro material y estilo decorativo.
– El mantenimiento y la limpieza de las fibras vegetales es sencillo.
– Son sustentables: están hechos con materiales naturales y biodegradables