Es una de las bandas más longevas, exitosas y de fuerte presencia en Latinoamérica. El Cuarteto de Nos viene celebrando sus 30 años de existencia con nuevas canciones de su álbum Puertas y en el medio de su gira anual, agregó a San Juan, adonde traerá un show potente, con una puesta en escena renovada e impactante. El grupo uruguayo, cargado de letras profundas, de teatralidad, de musicalidad y de creatividad supo integrar a nuevas audiencias. Previo al show que dará esta noche en la Sala del Sol, su cantante Roberto Musso habló con DIARIO DE CUYO.

– Vienen transitando un año vertiginoso con recitales a pleno…
– Sí, ahora que lo mencionás, venimos de shows súper importantes como el de Santiago de Chile, el Movistar Arena de Buenos Aires con 14 mil personas y vendido todo… Y vendrá en octubre el Palacio de los Deportes, de México, un lugar mítico con 20 mil almas, más el Estadio de Ferro en septiembre; ya pasamos por Colombia, Venezuela, Costa Rica, que fueron icónicos…. San Juan no será la excepción, es uno de los lugares que hace años estamos visitando. Fue una de las primeras ciudades a las que fuimos desde que empezamos a salir de Uruguay. Al principio nos sentíamos como una banda de culto ¿viste? pero nos llamaba la atención de la gente que nos iba a ver. Ahora es impresionante la cantidad de chicos y jóvenes que se presentan. Sin temor a equivocarme, es el 75% del público que asiste. Esto que nos está pasando en muchos lugares está buenísimo, es esa energía juvenil hace que los shows sean superdisfrutables.

– ¿Te sorprende vivenciar este cruce intergeneracional y el interés que despiertan en los adolescentes?
– Sí, mirá, históricamente el Cuarteto de Nos se hizo conocido por un público en una etapa muy reciente. Claro, somos algo veteranos, pero esta brecha se hace más notoria a medida que pasan los años. Me sigue sorprendiendo porque, por ejemplo, mi hija tiene 14 años y tanto ella como los de su edad viven nuestra música con una intensidad muy fuerte, se identifican con los personajes de nuestras canciones y las situaciones que se plantean. Creo que por ahí está la clave. Soy sincero, la parte compositiva nunca fue buscado esto, pero los personajes les caen muy bien porque no son ni buenos ni malos, ni ganadores o perdedores. En eso, los pibes son observadores, y pega mucho el asunto de la salud mental o los temas sobre las relaciones complicadas. Evidentemente manejan un montón de información más que nosotros y tienen una sensibilidad a flor de piel. Además, a los recitales vienen todos lookeados tipo cosplay con el outfit de los personajes. Es tremendo.

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– Con todo ese agite y energía que demandan ¿Cómo les queda el cuerpo?
– Es muy loco, eso mismo nos preguntamos, gasto más energía en los shows ahora que cuando tenía 20 años. Lo disfrutamos un montón, por eso se hace un desafío armar una puesta super atractiva. Cada vez tocamos en escenarios más grandes y me ponen una pasarela larga, entonces recorro kilómetros extensos en cada recital (risas). Hasta sucede que los padres nos van conociendo a través de lo que le cuentan los hijos. Y está también el papá cuarentón rockero que disfruta también a su manera, cada uno por su canal de decodificación.

– ¿De ahí que están teniendo más visibilidad en plataformas y redes últimamente?
– Es una mezcla de todo, pero el Cuarteto se hace siempre fuerte en el show en vivo. Ahora, es todo un fenómeno lo que sucede en Instagram y Tik Tok que ni pensábamos. En poco tiempo desde que lo habilitamos, más de un millón de fans nos siguen, es una locura. Es un canal importantísimo para llegar rápidamente, sin dudas y en muy poco tiempo, es tremendo. Por eso, que haya mucha gente que nos animan, los jóvenes nos dan una energía invaluable y eso nos alimenta para seguir llegando a generaciones nuevas. Además, con las historias que me cuentan, que nuestras canciones los ayudan a salir de la depresión, es un input importantísimo para futuras letras.

– ¿Será que los propios chicos necesitan cierta representación de sus intereses que está ausente?
– Bueno, los pibes buscan esa identificación con los personajes de nuestras canciones. Me da la impresión que están viviendo en este contexto de enfrentamientos y de hiperpolarizaciones. Lo veo en hija que, cuando hablo con ella, me cuenta todo lo que sucede en las redes, todo el odio o los haters que circulan, con lo cual veo un panorama complicado.

– ¿Al respecto, desde tu lugar como artista, cómo lo enfrentás?
– Lo canalizo justamente con las canciones que cuestionen todo eso. Como padre lo voy llevando un poco también en la improvisación, porque justamente no hay ningún manual que te enseñe cómo hacer las cosas con exactitud.

– ¿Qué tiene de especial esta puesta surrealista de ‘Puertas’?
– Bueno, apelamos mucho al factor sorpresa y que se vea de forma más imaginativa. En el listado de canciones que elegimos es compleja, obviamente muchos temas emblemáticos de la banda quedan afuera, pero vamos estrenando nuevos sencillos a cuentagotas. Respecto a los videos animados, es un plus que nuestra directora de arte esté a cargo y nos suma mucho. Gracias a la velocidad de las redes, tocás en vivo la nueva canción y se la saben de memoria mejor que yo.

– En relación con el nombre del álbum ¿Qué puerta tuviste que abrir cuando decidiste dejar la ingeniería y abrazar la música?
– No fue una, sino muchas. La decisión me atravesó lo personal, lo grupal y lo familiar. No la tomé a la ligera. Uruguay es un mercado musical muy chiquito en donde más o menos puede irte bien en lo artístico, pero si no pegás el salto, quedás en el mismo nivel de ‘part-time’. Fue un momento de definir si seguía así o dedicarme por completo y en serio; y nos tiramos a las aguas turbulentas del arte. Entonces di el paso y después nos llamaron de muchos lugares para tocar, de festivales, también vinieron premios, los Latin Grammy, yo que sé, todo se dio en un portal que no sabía que existiera para nosotros. La verdad fue todo un proceso de construcción.

– ¿Te dijeron que si seguías con la música ibas a pasar hambre?
– Sí, muchas (risas), pero en un sentido demostramos que se puede. Aunque en Uruguay las bandas que viven exclusivamente de su arte son contadas con los dedos de la mano, creo que fue todo un gran riesgo interesante. Me encanta la matemática, estudié con pasión, no era que tenía un trabajo que odiaba, tenía un buen sueldo… Pero largué todo para irme con la banda de amigos. Fue el partido más difícil, pero la música le terminó ganando a la ingeniería.

> DATO
Cuarteto de Nos. Jueves 7 de agosto. 22 hs. Sala del Sol de Luna Morena (Rawson 1358 sur). Entradas: Generales $35.000 por boletería y en Tuentrada.com