En lo que va del año, y particularmente en los últimos meses, el aumento de robos a conductores del servicio de remises se ha convertido en un fenómeno que comienza a preocupar ya que refleja un problema mucho mayor, que es el de la inseguridad en las calles, especialmente en horario nocturno y en zonas históricamente conflictivas en los departamentos del Gran San Juan.
La Cámara que reúne y representa a los concesionarios de este servicio público han admitido que los casos han ido en aumento desde principio de año hasta ahora, agravándose la situación en los últimos meses cuando en promedio hubo hasta cuatro casos semanales de robos a mano armada y hurtos, en los que los delincuentes exigieron la entrega de dinero, teléfonos celulares y otros objetos de valor tanto personales como del vehículo en que eran transportados.
Los últimos robos han tenido las características de ser muy violentos y entre ellos figura el ocurrido el martes pasado en el departamento Chimbas donde en un confuso episodio un joven remisero resultó baleado por un grupo de delincuentes que le robaron su celular.
Se asegura que estos hechos están siendo tan habituales que no todos los casos terminan siendo denunciados en la policía, lo mismo que todas las situaciones no son investigadas por la UFI de delitos contra la propiedad, debido a que no llegan a esa instancia en muchos casos por decisión de los propios conductores.
Si bien se han denunciado hechos de esta naturaleza en diferentes horarios del día, la tendencia indica que hay una preferencia por los horarios de noche y por la madrugada, por lo que una de las recomendaciones de la Cámaras de Remises es tomar mayores precauciones en esos períodos, evitando zonas peligrosas o el transporte de pasajeros sospechosos o desconocidos.
Otra característica de estos hechos delictivos es que algunos de ellos se cometen utilizando extrema violencia, con actitudes que en ocasiones son tan crueles para los remiseros que ponen en riesgo su vida. También hay otros robos menos violentos en el que se aprovecha la vulnerabilidad de los conductores cuando están al comando del volante.
Más allá de las recomendaciones para evitar los robos, está haciendo falta una mayor vigilancia entorno a esta actividad, o la implementación de algún sistema de seguridad que sea disuasivo par los delincuentes y frene estos ilícitos que no están dejando trabajar tranquilo a un sector que sale a la calle todos los días con la preocupación de que puedan ser atacados en cualquier momento.
Se habló en un momento sobre algún sistema de monitoreo en coordinación con la policía, pero hasta ahora la inseguridad persiste y no s ha avanzado en medidas destinadas a otorgar seguridad a estos trabajadores.
