Durante 2020 a través de internet se publicaron más de 166.000 búsquedas de analistas de seguridad, una cifra que, de acuerdo a lo previsto por los organismos que ofrecen certificaciones en seguridad y monitorean periódicamente la situación vinculada a ciberseguridad en todo el mundo, seguirá aumentando en los próximos años hasta alcanzar en 2022 la friolera de 4,07 millones de expertos necesarios para ofrecer garantías de seguridad a sistemas cada vez más complejos que necesitan ser protegidos de los ciberdelincuentes. 

Conforme a estimaciones realizadas por el ISC, uno de los organismos que ofrecen certificaciones de seguridad, para cubrir la demanda de analistas de seguridad en los próximos años la oferta de expertos en ciberseguridad debería aumentar en un 145%, una tarea que las universidades formadoras de estos profesionales deberán contemplar dentro de su oferta académica. 

De acuerdo a los registros obtenidos durante la pandemia del Covid-19 hubo un aumento exponencial de los riesgos y ataques cibernéticos, lo que puso en evidencia la falta de especialistas en ciberseguridad en distintos ámbitos. 

Hay un dato relevante y es que los expertos en seguridad informática de Latinoamérica son muy requeridos a nivel mundial, otro aspecto que las universidades donde se enseña informática deben tener muy en cuenta al momento de elaborar estrategias que contemplen la admisión y formación de un mayor número de profesionales. En San Juan, sólo en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional está la carrera de Informática a nivel universitario ya que hay otras instituciones de nivel terciario o institutos de capacitación laborar que ofrecen tecnicaturas en informática que pueden llegar a ser la base de futuros expertos en ciberseguridad. 

Las especialidades más buscadas por los estudiantes en relación a la ciberseguridad son las vinculadas con la seguridad ofensiva que implica la ejecución de pruebas de penetración para comprobar las medidas de seguridad. No obstante el mercado requiere una gama más amplia de especialidades que incluyen principalmente la gestión de seguridad de la información, la gestión de riesgos de seguridad, la inteligencia de amenazas, la seguridad ofensiva y el análisis de normativas. 

Todo indica que la disponibilidad de cursos y más ofertas de formación permitirá formar más expertos dentro de un mercado laboral cada vez más demandante y en constante evolución.