Jorge Rial es el "amo y señor" del mundo del espectáculo, un título que genera amores y odios de los que tiene plena conciencia, aunque -dice- no le afectan. De hecho, el rey de los Intrusos asegura que mira al medio desde afuera y que no se "contamina". Y bajo esta consiga es que el ex conductor de Gran Hermano trae su espectáculo al Teatro Sarmiento, hoy a las 20, en la temporada 2009 de Fundación Protea.

En "El Angel y Demonio del espectáculo", que debutó el pasado 4 de este mes, Rial representa a un periodista que, por un error, muere antes de tiempo y se encuentra en la disyuntiva de contar todo lo que sabe de la farándula nacional para salvar su vida, o no hacerlo. Este dilema será el disparador para revelar los secretos mejor guardados, además de otros que develará a pedido del público, que podrá preguntarle lo que quiera.

Tal como se muestra en la pantalla chica, el porteño que transita sus 48 años charló con DIARIO DE CUYO antes de visitar por primera vez la provincia. "Estoy muy entusiasmado por conocer San Juan y si hay un vinito, mejor…", advirtió.

– ¿Este nuevo perfil teatral podría dejar de lado el de conductor?

– No, esto lo hice porque tengo ganas de divertirme. Además me carga de energías y me está dando un filo impresionante con la gente. Está bueno viajar al interior y conocer la gente, ese es el país de verdad.

– Cosa que detrás de la pantalla no podés ver

– Eso es lo que pasa. Para mí es muy fuerte escuchar la gente que me grita, que me pregunta cosas y para ellos debe ser lo mismo. Que les conteste el tipo de la tele…¡Es bárbaro!

– Hablando de Intrusos…¿Es verdad que no seguís con el programa en el 2010?

– No, de ninguna manera. Primero que Intrusos me divierte mucho y, segundo, el año que viene cumplimos 10 años. Además, renovamos con América por 5 años más.

– Todo un referente de la farándula ¿Considerás que destronaste al pionero Lucho Avilés?

– No, lo que pasa es que todo tiene un ciclo. Lucho terminó uno, pero le reconozco al tipo que él fue quien cambió el género en la tele. Lo que hice fue hacer un recambio, nada más, porque tenemos estilos diferentes.

– ¿Cómo es moverse en este ambiente? ¿Hay códigos que respetar?

– Sí, pero no se respetan mucho. Es muy difícil trabajar en este medio pero me divierte mucho porque lo miro desde afuera y no me contamino.

– ¿Te sentís odiado o amado?

– De todo. Amado, odiado, respetado, temido. Creo que la gente me quiere, los colegas no. Algunos actores me miran de reojo. Es según la visión de cada uno.

– ¿Generaste

enemistades?

– Sí, he tenido enemistades y problemas, pero cada vez menos.

– O sea que la estás piloteando mejor…

– Sí, los enemigos son cada vez menos y menos importantes. Antes te peleabas con pesos pesados como un Sofovich. ¿Ahora con quién te vas a pelear? ¿Con Wanda?

– Esto también tiene su parte amable. Ahora te codeás con los popes de la tele, como Marcelo, Susana…

– Sí, pero eso es una lógica. ¡Hace 25 años que estoy en esto!

– Pero ambos te eligieron para abrir sus ciclos, cosa que antes no se dio…

– Por ahí sí…Pero también tiene que ver con que el programa ya tiene 10 años. También estoy con Primiciasya, que es la página de espectáculos más leída y a eso sumale la revista Paparazzi. Se arma un aura importante de respeto alrededor de los colegas.

– Saliendo un poco de la farándula ¿Hay alguna propuesta para Gran Hermano?

– No, nada. Siempre se habla de que volverá pero creo que no, porque ya cumplió su ciclo.

– ¿Por qué al principio defenestraste este reality y después lo condujiste?

– Me pasó como con el teatro, me agarraron ganas de conocer desde adentro el monstruo. Lo hice, me divertí y gané otra experiencia. Punto.

– ¿Qué tiene Rial de ángel y qué de demonio?

– Hay veces que creo que soy un ángel y en realidad soy un demonio. Me gusta jugar con el límite de las dos cosas.

– ¿En qué momento ángel?

– Cuando estoy con mis hijas, es el único momento en el que soy bueno de verdad. Pero en el programa soy un demonio. Voy equilibrando. Lo bueno es ir de un extremo al otro.