El 23 de julio de 1965 Hugo Arana adquirió su mayoría de edad. Ese día hizo como una especie de click y decidió ser actor. Y eligió bien ya que ese año debutó sobre un escenario en una obra sobre Lee Harvey Oswald. Desde ese momento, el hombre que creció en la localidad bonaerense de Monte Grande no paró de sumar experiencias a su carrera profesional a través de su paso por la pantalla chica, las tablas y el cine.

En este momento, es uno de los protagonistas de Baraka, la obra que lo acercará a la provincia mañana domingo, en la temporada de Fundación Protea. Pero a la vez, y aunque prefiere cenar en familia o navegar en Internet antes que ver un programa de TV, también reparte su tiempo para hacer tele con "Para vestir santos", el nuevo unitario de Pol-ka que lo puso recientemente en la piel de Horacio, el tío de las hermanas huérfanas que encarnan Celeste Cid, Griselda Siciliani y Gabriela Toscano.

De eso y otros temas, el actor que formó parte de la historia de Los exitosos Pells habló con DIARIO DE CUYO.

– ¡Cómo venimos este año! Con un pie en el teatro y otro en la tele…

– ¡No, con los dos en el teatro y con los dos en la tele! (risas)

– ¿Complicado para organizarse con los tiempos entre viajes y grabaciones?

– No, bastante bien, porque la producción ha sido generosa conmigo y me acomodan las grabaciones a mis horarios. Igualmente ayuda que mi personaje no sea protagónico y que no tiene muchas escenas, entonces se puede hacer todo.

– ¿Fue casualidad pasar de estar en una tira a un unitario? ¿O prefirió estar más relajado con el el ritmo de las grabaciones?

– Todo se dio naturalmente. Primero, porque me llamaron para este proyecto. Ahí planteé cómo venía mi vida y una vez analizada la situación, dijeron que sí se podía. Si hubiera sido una tira diaria, no hubiera aceptado porque se graba todos los días.

– Después de Los Pells…Supongo que el ritmo es más tranqui.

– Sí, aunque cuando estuve en Los Pells me coincidió unos meses con Baraka. Pero como era el final y estábamos cancheros con las grabaciones, lo pudimos pilotear. Aunque no viajábamos como ahora con la gira, igual fue un baile gordo.

– Y valió la pena bailar…

– Sin dudas, fue una tira muy exitosa. Por mi parte, lo bueno de mi experiencia fue hacer de un cretino de marca mayor porque pude sacar afuera la materia negra. Eso en la vida real no se puede hacer por cuestiones de ética, moral y también por cobardía. Entonces con la ficción se puede sacar la parte dañina, si no se generan cálculos (risas).

– Igualmente fue una ficción ¿O hay algo de Hugo que salió a través de ese personaje?

– Creo que no solamente Hugo Arana, sino que toda criatura humana guarda de todo, desde un Hitler hasta una Madre Teresa. Entonces el que actúa en un personaje es uno, o sea que el material que está en juego es el que contiene uno. Así que ¡somos cretinos!

– Esto de la liberación está muy explícito en Para vestir santos ya que una de las tramas es el universo homosexual, donde usted y Celeste Cid están involucrados. ¿Casualidad o una manera de mostrar lo que está pasando?

– Cada vez creo menos en las casualidades. Me perece que mal que nos pese, la televisión debería ser la boca de expresión de un pueblo, pero evidentemente hay cosas que no aparecen. No es que reniegue de lo que está porque sería un pensamiento fascista, pero lamento lo que no hay. En el caso de la homosexualidad, si este tema aparece no cabe duda que es una problemática de la sociedad.

– ¿Y qué es lo que no muestra la tele?

– Recuerdo un ciclo de los años 60 que se llamaba Las grandes novelas. Ahí se ensayaban grandes novelas universales. Entonces uno podía asistir a obras de autores increíbles que trataban el tema humano… Y yo veo que eso no está.

– ¿Le gusta la ficción que muestra la tele actualmente?

– Siempre está mezclado, pero por momentos hay buenos productos. No tengo intenciones de ponerme culturoso y decir que la tele tiene que ser profunda porque también tiene que generar momentos de esparcimiento. El tema pasa por el nivel que se maneja todo esto, y eso siempre es subjetivo.

– ¿Cómo lo recibieron en El Trece, la nueva casa que tiene ahora después de trabajar varios años en Telefé?

– De primera, se trabaja muy bien porque hay gente muy idónea. En las grabaciones siempre los bromeo, les digo que en Telefé hay cosas que no pasaban…(risas) Es que fueron 10 años en el canal de las pelotitas…

-¿Le costó pasarse a la otra vereda?

– Es que se dio así, justo me hicieron la propuesta y acepté. Yo ejerzo mi profesión dentro de los lugares donde esto se hace posible.

– Teniendo en cuenta su trayectoria ¿cómo ve esta nueva generación de nuevos galanes?

– No puedo emitir juicio porque en general no veo televisión y menos en los horarios nocturnos porque hago teatro.

– Pero hay noches que las tiene libres…

– Sí pero no me siento a mirar tele, prefiero cenar con mi familia o con amigos.

– ¿No hay algún programa que lo seduzca?

– No veo tele, lo único que miro a veces son partidos de fútbol y otras veces me pongo a navegar en Internet.