Prefiere que la llamen por su nombre, pero no reniega del apodo con el que se hizo conocida: ‘Yuyito’, surgido del papel de jardinera sexy que interpretaba en la Peluquería de Don Mateo a principios de los ’80. Amalia González (53)cambió su vida hace ocho años cuando se acercó a la iglesia evangélica y dejó de lado el mundo artístico al que había ingresado de la mano de Gerardo Sofovich. Integró los elencos de varias películas ochentosas junto a Guillermo Francella, Moria Casán, Emilio Disi, Luisa Albinoni, entre otros.
Yuyito tuvo un sonado romance con Adrián ‘El Facha’ Martel, se la relacionó con el expresidente Carlos Menem y estuvo casada con Guillermo Coppola con la que tuvo a su primera hija, Bárbara. En la última década fue conductora de algunos programas de radio y televisión, y en 2006 participó del programa de Marcelo Tinelli, Bailando por un sueño 3. Después se dedicó completamente a difundir su mensaje de fe. Escribió dos libros (De la fama a la fe y 100 pasos que me llevaron a la bancarrota) y brinda charlas, como la que la trae a San Juan el próximo 17 de agosto, invitada por el Pastor José Luis Correa, presidente del Consejo de Pastores Evangélicos, que será en el Auditorio Casa de la Bendición (Brasil 527 oeste, a las 20).
-¿Qué te llevó a encontrar la fe? ¿Hubo algún hecho puntual?
-En el 2005, sufrí una crisis de hartazgo muy traumática, sobre todo en lo profesional, aunque como el origen de la crisis estaba dentro mío, afectaba todo lo demás, la vida sentimental, por ejemplo, era un punto crítico.
-¿Por qué te acercaste a la iglesia evangelista? ¿Por qué no a otro credo?
-Una persona que conocía me dijo que Jesús podría resolver mis problemas, lo creí y hasta el día de hoy esta fe es mi ‘resistencia’ ante los embates de la vida. No fue una elección pensada, Dios me llevo ahí.
-¿Te gustaría ser pastora y estar al frente de una iglesia?
-Hoy no tengo el ‘llamado’ a ser pastora, hoy mi llamado es a compartir el mensaje de que dios puede transformar tu vida si la pones en sus manos con fe.
¿Sentís que tocaste fondo y saliste?
No toqué fondo, la misericordia de Dios llegó antes. Dios es bueno.
-¿Qué te inspiró en tus libros? ¿Fue una forma de compartir tus vivencias?
La misma inquietud por compartir lo que dios hizo y sigue haciendo en mi me inspiran. Además de conocer la bendición que es leer lo que otros autores escriben y el apoyo que recibo de Sagepe editores, me motiva.
– ¿Cuál es tu mensaje?
Recién fines del 2009, a través de una tremenda pastora, a quien amo empecé a pararme en una plataforma a compartir como había llegado a ese lugar. Allí nació un fuerte compromiso con aquellos que tal vez llegaban en la misma condición en la que yo, muy mal interiormente y con una gran necesidad de sanarme.
-¿Cómo vive tu familia esta etapa tuya, del 2005 en adelante?
Compartimos la misma fe así es que nos acompañamos en todos nuestros proyectos dentro y fuera de la Iglesia.
– ¿Fue difícil vencer el prejuicio de que la vedette de pronto hable de religión?
-Realmente debo confesarte que no escucho nada de lo que se pueda llegar a decir sobre mi conversión. Mi relación con Dios es tan potente que me resguarda de todo lo que pudiera venir a perturbarme en cuanto a comentarios. Por otra parte, yo no concurro a ‘debates religiosos’ televisivos, vivo mi fe sin hacer de esto un espectáculo.
-¿De qué cosas te arrepentís?
-El arrepentimiento, según la palabra de Dios, es un hecho espiritual, va más allá de hacer un listado de hechos de la vida personal. Es mucho más profundo que eso. Así que es algo que ha quedado entre Dios y yo.
– Se dijo que Jorge Porcel maltrataba a la gente, ¿cómo fue tu relación con él?
-Mi relación fue muy cariñosa y de respeto mutuo. Hoy me alegra el corazón saber que recibió a Cristo varios años antes de partir.
– ¿Qué te pasa cuando ves en la tele a quienes fueron tus compañeros en los ’80? Noemí Alan atraviesa una depresión en parte por no tener trabajo…
-La vida para mí no es con fama o sin fama, es con Cristo o sin Cristo. Eso marca la diferencia en cualquier corazón, se dedique a lo que se dedique.
– ¿Cómo te imaginás hoy, si no hubieras optado por este cambio de vida?
Pienso que hubiese entrado en una decadencia personal en la que uno no sabe cuál es el alcance.
– ¿Extrañás algo del mundo del espectáculo?
-No extraño nada del mundo del espectáculo, ya que permanentemente estoy en contacto con medios de comunicación. Además puedo desarrollar mi vocación de periodista a través del mensaje que llevo en todo mi trabajo presencial en la iglesia evangélica y en cadenas de televisión y radio de todo el mundo.
– ¿Cómo quedó tu relación con Guillermo Cóppola? ¿Qué te provoca verlo en televisión semanalmente?
-Somos familia para siempre, tenemos una hija en común y eso me hace feliz. Grabé una entrevista con él para su programa pero aún no pude sentarme a verla. Dicen que fue muy linda y emotiva.
– ¿Cómo es tu día a día? ¿Cómo te sostenes económicamente?
-Dios va dándome la creatividad necesaria para tener recursos y sostenerme. Pero sobre todo, me da la motivación y el empuje para ir por más cada día de acuerdo a sus tiempos.