Tenía 91 años de edad -se preparaba para recibir los 92 en octubre próximo- y pese a las consecuencias de la Neuropatía diabética que padecía por lo que se trasladaba en silla de ruedas hace 6 años, Eduardo Bettio nunca se dio por vencido y siempre tenía una sonrisa para sus afectos. El viernes pasado en la madrugada se resbaló y pidió ser internado, por lo cual se lo trasladó al Centro de Estudios de Alta Complejidad (CEAC) donde, además, se le realizó el hisopado que arrojó positivo de covid-19, pese a haber sido inoculado con las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, manifestó su esposa Susana Rosselot a DIARIO DE CUYO, desde su hogar, donde cumple el aislamiento por ser contacto estrecho. Aunque ayer tuvo una leve mejoría que esperanzó a la familia, Bettio falleció en horas de la tarde y sus restos serán inhumados hoy en el cementerio El Palmar (9 de Julio).


En medio de una gran conmoción que se generó en el ambiente artístico y médico de San Juan luego de conocerse la noticia, con la voz entrecortada por la tristeza, Susana no dejó de destacar los esfuerzos de los profesionales para sacarlo adelante, pese a la gravedad del cuadro.


"Sus viejos colegas médicos y los hijos se convirtieron en una red de amor durante su internación", manifestó la madre de sus tres hijos: Eduardo -radicado en Chile-, Carolina -quien es cantante de tangos- y Paola -quien le dio el único nieto, Cayetano-, ambas establecidas en la provincia de Córdoba que llegarán a la provincia para estar con su madre en este difícil momento. 

La comisión directiva de Protea durante un agasajo. De izq. a der. Haydeé Avendaño de González, Beatriz Premazzi de Tricoli, Susana Rosselot de Bettio, Eduardo Bettio, María Luisa González Aubone, Ada Guillermina Largacha de Balaguer y Amanda Baistrocchi de Seguí.


Histórico presidente de la Fundación Pro Teatro -conocida históricamente como Protea, formada con Susana como tesorera, Héctor Miguel Seguí, Amanda de Seguí y Josefina de Castillo- que bajó el telón en marzo del 2020 tras 5 décadas de valiosa labor en la provincia, con la comisión fue parte de la instauración de los Intercolegiales de Teatro, piedra fundacional de la institución; la promoción de la Ley Nacional de Teatro y la construcción de las bases de lo que hoy es la Teatrina. Durante su presidencia, también se propulsó la creación de la carrera de Instructor de Teatro de la UNSJ, organizó el tour denominado Vayamos al teatro, acompañando a grupos a funciones en Buenos Aires; y se vinculó a la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET), con Susana de Bettio como la única vocal provincial desde hace 12 años, convocada por el reconocido Carlos Rottemberg. Así, arribaron importantes producciones y elencos, las primeras obras que trajeron fue Yo, Teresa de Jesús y El Loco de Asís, con dirección de Manuel González Gil, de manera conjunta con el Colegio San Francisco. A partir de ese momento, los sanjuaninos tuvieron la posibilidad de contar con notables títulos de cartel, recorriendo distintos géneros y temáticas. 

Distinguido. En uno de los actos en los que fue una de las personalidades que recibió un reconocimiento a su labor, en 2014, junto al gobernador de la provincia,
Sergio Uñac.

"El terremoto del "44 destruyó todas las salas teatrales y actores importantes y ya fallecidos como Oscar Kummel y David Volpiansky no tenían público, entonces, nuestra finalidad fue esa, crear púbico y eso tratamos de hacer durante muchos años, siempre a pulmón", recordó Susana, con nostalgia y emoción por los momentos vividos junto a su "gran compañero' que que fue uno de los impulsores de la creación del Teatro del Bicentenario con Protea, se desempeñó como subsecretario de Cultura durante 8 meses ad honorem en la gobernación de Alfredo Avelín, fue fundador del Rancho Móvil y socio honorario del Club Social San Juan. 


Además de sus actividades relacionadas al arte, Bettio se había formado como médico neurólogo, tras especializarse en Londres. Razón por la cual volvió a su ciudad natal y fue el primer jefe del área en el Hospital Rawson. Con la misión cumplida con tantos logros realizados, Eduardo dijo adiós y su partida generó un hondo pesar en el ambiente.