"Titanic" regresa a las salas de cine del mundo en una versión remasterizada y en 3D. Hoy, particularmente, será en las pantallas de todo el país, para celebrar que el 5 de febrero se cumplieron 25 años de su estreno en Argentina. El filme protagonizado por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio regresará a la pantalla grande por segunda vez desde su estreno en 1998, porque el 10 abril de 2012 también fue reestrenada mundialmente al cumplirse 100 años de la salida del barco a mar abierto, que se hundió en su viaje inaugural, tras chocar con un iceberg, en la noche del 14 de abril de 1912 y donde murieron 1.500 personas.

James Cameron se basó en esa tragedia para escribir una historia de amor que se transformó en un ícono de la cinematografía, que por 12 años fue "la más taquillera de todos los tiempos" hasta que fue destronada por "Avatar". Actualmente ostenta el tercer puesto en ese ranking detrás de Avatar justamente y de Avengers: Endgame.

Titanic cuenta la historia de Jack Dawson, un joven de clase obrera que gana dos entradas de tercera clase en el transatlántico. Durante el viaje, conoce a Rose DeWitt Bukater, una joven de familia de alta sociedad comprometida con un millonario inescrupuloso que busca escalar usando el apellido de su prometida. 

Sin dudas, Titanic fue un suceso en su tiempo y que supo trascender como para volver a ocupar pantalla en los cines comerciales. ¿Pero qué es lo que ha cautivado a la gente 25 años después? Para el especialista en cine, licenciado en historia y docente del ENERC, Daniel Gil, es el modo en el que Cameron logró generar empatía en el espectador, cómo cautivó con "el romance clasista entre Rose y Jack". Así como también el enfocar la tragedia a través de una historia en particular, fue otra de las claves del éxito. "Cameron lo sabe: los grandes relatos nos deslumbran, pero con las épicas individuales empatizamos; el sacrificio de miles de víctimas en nombre del progreso, que seducía con la propaganda de un crucero indestructible, se empequeñece con el de Jack quien se niega a aferrarse a una tabla de salvación" apunta Gil en la opinión que brindó a DIARIO DE CUYO (ver aparte).

Tanto se apropiaron los espectadores de la historia, que hasta cuestionaron el final, considerando que podría haber sido diferente. Subido a esa marea y para continuar sumando contenidos, Cameron realizó un documental estrenado el 5 de febrero por NatGeo TV donde se propone probar científicamente otros posibles finales. A partir de cálculos de física y consultas a profesionales forenses y especialistas en hipotermia determinó que (¡Alerta de spoiler! ,aunque a esta altura de los acontecimientos todos saben el final) Jack no podría haber subido a la puerta donde estaba el personaje de Kate y salvarse. Pero sí encuentra una opción alternativa y es que Rose se sacara el salvavidas y se lo diera a él, lo que habría aumentado la posibilidad de resistir hasta ser rescatado. 

Titanic fue también un fenómeno en la 70¦ edición de premios de la Academia en 1998. Tuvo 14 nominaciones (el único que se quedó fuera fue Leonardo DiCaprio) y ganó un total de 11 Oscar, igualando el récord de Ben-Hur y que después consiguió El retorno del Rey. Titanic ganó los premios más importantes como Mejor Película y Director, los rubros técnicos salvo maquillaje y perdió en las categorías actorales, donde las nominadas eran Kate Winslet y Gloria Stuar.

Titanic es objetivamente histórica. Desde la icónica canción principal, "My heart will go on" de Céline Dion, pasando por la escena de la pareja en la proa del barco (que ha sido parodiada hasta el cansancio), Titanic es parte de la historia cinematográfica aprendida y transmitida, que quizás consiga nuevos seguidores tras este nuevo reestreno. 


Persistencia de una historia

Por Daniel Gil
Lic. en Historia y docente ENERC.


Es difícil analizar una película de James Cameron en términos estrictamente cinematográficos, el director canadiense siempre tuvo una afinada sintonía con lo que el público desea ver y eso significa sintonizar también con una época. "Titanic" no es la excepción, la génesis de esta exitosísima película está en el deseo de Cameron de devolverle a Hollywood el esplendor de su época clásica, con una película del género catástrofe, pero planteando que dentro de su coralidad, destacara una historia individual abordada desde otro género masivo como es el melodrama. El romance clasista entre Jack y Rose es lo que sigue cautivando a las audiencias, más allá de la archiconocida destrucción del mítico barco. Cameron confesó que su visión era tomar de base el gran film "A night to remember" (Roy Ward Backer, 1958) y sobre esta trama escenificar "Romeo y Julieta". Cameron lo sabe: los grandes relatos nos deslumbran, pero con las épicas individuales empatizamos; el sacrificio de miles de víctimas en nombre del progreso, que seducía con la propaganda de un crucero indestructible, se empequeñece con el de Jack quien se niega a aferrarse a una tabla de salvación, que ya es un meme, para que Rose se salve y pueda dar inicio a la película como si contara un cuento de hadas. Eso es "Titanic" finalmente, un cuento clásico escenificado en forma de película por un gran director, que los espectadores no se cansan de presenciar.