Con una adaptación fiel a la película, el musical desarrolló un importante despliegue técnico y artístico en el escenario del Teatro del Bicentenario.

 

Alex (el león), Marty (la cebra), Gloria (la hipopótama) y Melman (la jirafa) fueron el centro de atracción de chicos y sus padres que se engancharon de inmediato en la comedia musical de Madagascar, dirigida por Sergio Lombardo.

 

Se destacan en sus papeles, CAE como el León Alex y Mariano Zito como Melman la jirafa.

 

Ayer por la tarde, la función puesta en el Teatro del Bicentenario, tuvo un interesante despliegue escenográfico, con técnicas de proyección digitales, vestuarios llamativos y puestas coreográficas entretenidas que, junto a los carismáticos personajes, brindaron un show divertido en el que la familia disfrutó de principio a fin. Las escenas del escape del zoológico de Nueva York, el viaje en barco y la isla de Madagascar tuvieron canciones, interacciones y otros elementos escénicos que fueron finamente trabajados por la producción de Adriana Maestri y Romina del Prete, quienes ingeniaron una buena adaptación visual, trasladando la historia de la película de Dreamworks, al espacio teatral. Otro punto que fue de gran comunión con los niños espectadores, fue la aparición de los pingüinos (Mariano Magnífico, Fran Eizaguirre, Emi Fegger y Pilar Muerza) quienes con su histrionismo, ganaron la empatía directa con el público infantil. Aunque el momento de mayor intensidad fue cuando al llegar a la isla, Alex y su pandilla son recibidos por los lémures y el cuadro de la clásica canción "A mover el bote", levantó de las butacas a toda la platea a que baile con alegría. CAE, Gastón Vietto, Alejandro Parker, Liza Spadone y Mariano Zito forman un elenco bien aceitado para un espectáculo familiar con todos los condimentos necesarios de esta exitosa franquicia.
 

Juntos en cajas para animales, se embarcan a rumbo desconocido.
Los pingüinos toman el control del barco. Tuvieron también una actuación clave.